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Viaje de 15 días a la India: el mejor itinerario
India era un destino que teníamos muchas ganas de conocer, y por fin nos animamos a organizar una ruta de 15 días. Sabíamos que iba a ser un viaje intenso, y no nos equivocamos. Durante nuestro viaje de 15 días a la India visitamos ciudades enormes, sitios muy turísticos y otros menos conocidos, y vivimos todo tipo de situaciones. No todo fue fácil, pero sí muy auténtico, y volvimos con la sensación de haber aprovechado cada día al máximo. Si estás pensando en hacer una ruta parecida, en este post te contamos cómo fue la nuestra, con consejos prácticos y todo lo que nos habría gustado saber antes de ir. Creemos que es una ruta muy completa para un primer viaje a la India.
El mejor itinerario para viajar a la India en 15 días
Organizar una ruta de dos semanas por la India no es tarea fácil. Es un país enorme, con muchísimo que ver y las distancias engañan a simple vista. Por eso, después de mucho leer, comparar opciones y ajustar días, nos decidimos por un recorrido que, tras haberlo vivido, creemos que es uno de los mejores itinerarios para un viaje de 15 días a la India.
La ruta pasa por algunos de los mejores lugares que ver en la India, combinando sitios icónicos como el Taj Mahal o los ghats de Varanasi con otras ciudades igual de especiales pero menos conocidas fuera del país. Además, incluye el famoso Triángulo de Oro de la India, que conecta Delhi, Agra y Jaipur, tres paradas imprescindibles en cualquier primer viaje por el país. A partir de ahí, nos adentramos en un recorrido por los mejores sitios que ver en Rajasthan, una región llena de historia, palacios, fuertes y colores.
- Primer contacto con Nueva Delhi histórica
- Mausoleo de Humayun, templos y mercados
- Amanecer en el Taj Mahal
Día 4: Fatehpur Sikri y Chand Baori
- Fatehpur Sikri y pozo de Chand Baori
- City Palace, Hawa Mahal y bazares
- Fuerte Amber y vistas desde Nahargarh
Día 7: Ranthambore National Park
- Safari en busca de tigres en Ranthambore
- Templos, lagos y atardecer en Udaipur
Día 9: Kumbhalgarh Fort y Templo Jainista
- Fuerte de Kumbhalgarh y carretera a Jodhpur
- Fuerte Mehrangarh y casco antiguo azul
- Mausoleos, miradores y vida local
- Llegada a Varanasi y paseo por los ghats
- Ceremonia Aarti y amanecer en el Ganges
- Recorrido por templos y callejuelas sagradas
- Regreso a Delhi y vuelo internacional
Durante estos 15 días visitamos una mezcla de caos, naturaleza, cultura y espiritualidad que, aunque intensa, es muy recomendable para un primer contacto con el país. Hay trayectos largos, cambios de ritmo y momentos de desconexión, y creemos que ese equilibrio es parte de lo que hace que esta ruta funcione tan bien.
Y si no sabes cuál es el mejor momento para realizar esta ruta, te recomiendo echar un ojo a este post sobre la mejor época para viajar a la India, porque el clima puede influir bastante en cómo se vive el viaje.
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Si estás buscando más información para organizar tu visita a la India, aquí te dejo alguno de los mejores artículos para planificar tu viaje:
TABLA DE CONTENIDOS
Ruta de viaje de 15 días por la India
Después de organizar mil veces el mapa, ajustar trayectos y repartir los días de la mejor forma posible, esta fue la ruta final que seguimos durante nuestro viaje de 15 días por la India. Un recorrido muy completo que pasa por grandes clásicos como Delhi, Agra o Jaipur, pero que también incluye parques naturales, fortalezas menos turísticas y la siempre impactante Varanasi. A continuación te contamos, día por día, cómo fue nuestra experiencia y todo lo que fuimos viendo en cada parada.
Día 0: Llegada a Nueva Delhi y primera toma de contacto
Nuestro viaje por la India empezó en Nueva Delhi, donde llegamos tras un vuelo largo y con muchas ganas, pero también bastante cansados. Este primer día lo reservamos para aclimatarnos, descansar un poco y empezar a adaptarnos al ritmo del país, que ya desde el aeropuerto se nota diferente.
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Si te ves con energía por la tarde, puedes aprovechar para visitar el Templo del Loto, uno de los edificios más curiosos y modernos de la ciudad, y terminar el día viendo el atardecer en la India Gate, un lugar muy simbólico para los indios y con mucho ambiente local al caer el sol. Es un plan tranquilo y perfecto para ir entrando poco a poco en la experiencia india sin agobios.
Nosotros decidimos alojarnos en Paharganj, una zona muy práctica para moverse por Delhi, sobre todo si llegas en tren o tienes trayectos largos entre ciudades. Nos quedamos en el Hotel City Empire New Delhi Railway Station, que está justo al lado de la estación principal y fue una buena opción para descansar y tener todo a mano el primer día.
Día 1: Mezquita Jama Masjid, Fuerte Rojo y lo mejor de Delhi
Nuestro primer día completo en Delhi fue bastante intenso, pero muy bien aprovechado. Empezamos la mañana en la Jama Masjid, uno de los templos más importantes de la ciudad y una de las mezquitas más grandes de la India. Está en pleno corazón de Old Delhi, así que el contraste con el exterior es brutal: caos fuera, calma total dentro.
Desde allí fuimos caminando hasta el Fuerte Rojo, que queda muy cerca. Es un recinto enorme, lleno de historia, y aunque no todo el mundo lo visita por dentro, creemos que merece la pena entrar para hacerse una idea del pasado imperial de la ciudad.
Si quieres aprender más sobre estos lugares, puedes contratar este Tour privado por el templo del Loto, Akshardham, jardín Lodhi y tumba de Humayun.
Después del Fuerte, cambiamos de zona y nos fuimos hacia el Akshardham Temple, uno de los templos hindúes más impresionantes (aunque bastante moderno). Para estos desplazamientos, puedes utilizar Uber o Rickshaw, pero recuerda negociar siempre el precio. No se pueden hacer fotos dentro, pero solo por verlo merece la pena.
Muy cerca de allí visitamos también la Tumba de Humayun, uno de nuestros sitios favoritos del día. Es un lugar mucho más tranquilo y con una arquitectura preciosa, además de ser el precursor del estilo del Taj Mahal.
Para terminar el día por todo lo alto, fuimos a Connaught Place, una zona comercial con edificios coloniales donde puedes dar un paseo y respirar un poco del ajetreo del día. Muy cerca de allí, caminamos hasta el Gurudwara Bangla Sahib, un templo sij abierto a todo el mundo, donde aprendimos más sobre el Sijismo y su filosofía. Es uno de esos lugares que sorprenden y que transmiten muchísimo, sobre todo al atardecer.
Día 2: Últimas visitas en Delhi y tren a Agra
Aunque ya habíamos visto bastantes cosas de Delhi, todavía nos quedaban algunos lugares clave por descubrir antes de continuar la ruta. Por la mañana visitamos la Tumba de Safdarjung, un mausoleo menos turístico que otros, pero muy bonito y bastante tranquilo. Después nos fuimos a conocer el impresionante Qutab Minar, uno de los monumentos más importantes de la ciudad y Patrimonio de la Humanidad. La torre es espectacular, y todo el conjunto merece mucho la pena. Ambas visitas se pueden hacer por libre, o uniéndote a esta visita guiada por Nueva Delhi.
Tras estas dos visitas, volvimos al hotel para recoger nuestras mochilas y poner rumbo a la estación. Aquí va un consejo importante: si alguien te dice por la zona que la estación no está donde indica Google Maps, no le hagas caso. A nosotros nos intentaron convencer de que estaba en otro sitio para llevarnos a una agencia de viajes, y en realidad la estación estaba justo a la vuelta de la esquina.
Desde allí cogimos nuestro primer tren en India de Delhi a Agra, que habíamos reservado previamente a través de 12Go.Asia, una web bastante fiable para moverse por el país. El trayecto hasta Agra duró unas 2 horas y media, y fue bastante cómodo. Llegamos por la tarde, listos para uno de los momentos más esperados del viaje: visitar el Taj Mahal al día siguiente.
Desde la estación de tren de Agra cogimos un Uber hasta nuestro alojamiento, algo que recomendamos para evitar el regateo constante con los tuk-tuks al llegar. Nos quedamos en el Joey’s Hostel, que está a solo unos pasos del Taj Mahal. La ubicación no puede ser mejor si quieres verlo a primera hora del amanecer (algo que recomendamos muchísimo) sin tener que madrugar demasiado, y además tiene terraza con vistas al monumento, ideal para empezar a empaparte del ambiente de la ciudad.
Día 3 : Visita al Taj Mahal y día completo en Agra
Este fue uno de los días más especiales del viaje. Nos levantamos antes del amanecer y fuimos directos a la entrada este del Taj Mahal, unos 15 minutos antes de la apertura. Recomendamos muchísimo hacerlo así, porque nos permitió entrar de los primeros y disfrutar del mausoleo durante unos minutos completamente en silencio, sin apenas gente. Ver cómo la luz va cambiando el color del mármol mientras amanece es una experiencia difícil de explicar con palabras.
Puedes conocer todos estos puntos con esta visita guiada por el Taj Mahal y el fuerte de Agra.
Pasamos toda la mañana recorriendo los jardines, haciéndonos fotos y admirando una de las 7 maravillas del mundo moderno desde todos los ángulos posibles. Es un lugar que impresiona por muchas fotos que hayas visto antes, y merece la pena tomárselo con calma.
Cuando salimos, aprovechamos para visitar el Fuerte de Agra, otro lugar clave en la historia de la ciudad. Está muy cerca del Taj y la visita nos encantó, tanto por sus vistas como por lo bien conservado que está. Después de comer y descansar un rato, nos acercamos a ver el Baby Taj (Itimad-ud-Daulah). Aunque no es tan impresionante como el Taj Mahal, también merece la pena. Es más pequeño, pero tiene detalles preciosos y mucho menos turismo.
Para terminar el día, nos acercamos a la orilla del río Yamuna por el lado este del Taj Mahal, donde se puede ver el monumento desde otro ángulo con menos gente y mucho más silencio. El atardecer desde allí fue espectacular, con una atmósfera muy especial para cerrar el día.
Día 4: Visita a Fatehpur Sikri y Chand Baori con llegada a Jaipur
Antes de dejar Agra, quisimos despedirnos del Taj Mahal por última vez. A primera hora de la mañana cogimos un Uber hasta Mehtabh Bagh, un jardín situado justo al otro lado del río Yamuna, desde donde se tienen unas vistas preciosas del mausoleo desde la parte trasera. Es un sitio muy tranquilo, ideal para sacar algunas fotos sin gente y cerrar la visita al Taj con otro punto de vista.
Después de eso, empezamos una excursión desde Agra a Jaipur con visita a Fatehpur Sikri y Chand Baori. Esta es una de las formas más eficientes de hacer este trayecto, ya que aprovechas el día al máximo y visitas dos lugares muy interesantes por el camino.
La primera parada fue Fatehpur Sikri, una antigua ciudad imperial construida por el emperador Akbar. Hoy en día está deshabitada, pero se conserva sorprendentemente bien y pasear por sus patios, mezquitas y pasadizos te transporta a otra época. Es una visita rápida, pero muy recomendable si te interesa la historia mogol.
Desde allí continuamos hasta el Chand Baori, uno de los pozos escalonados más espectaculares de la India. Está en el pueblo de Abhaneri y, aunque es menos turístico, nos impresionó muchísimo. Las escaleras simétricas, el tamaño del pozo y la tranquilidad del lugar lo convierten en una parada que merece totalmente la pena.
Llegamos a Jaipur a última hora de la tarde, después de una jornada intensa pero muy completa. Nos dejaron directamente en nuestro alojamiento, el Trimrooms Mount Blue, donde pasaríamos las dos siguientes noches para seguir explorando la capital del Rajastán.
Día 5: Descubriendo Jaipur
Nuestro primer día en Jaipur fue uno de los más completos y disfrutones de todo el viaje. Para movernos por la ciudad, decidimos contratar a Sahid, un conductor de rickshaw que no solo nos llevó de un sitio a otro, sino que nos hizo prácticamente una visita guiada. Fue una de las mejores decisiones que tomamos en la ciudad: cercano, simpático y conocía cada rincón, ¡un auténtico crack!
Empezamos el día viendo la famosa fachada del Hawa Mahal, una de las imágenes más representativas de Jaipur. Después, Sahid nos llevó a comprar la entrada combinada que permite acceder a varios monumentos importantes de la ciudad. Con eso en mano, fuimos directos al Albert Hall Museum, un edificio colonial muy bonito por fuera y con una colección interesante por dentro.
Volvimos luego al Hawa Mahal para visitarlo por dentro, y merece mucho la pena. Desde arriba hay unas vistas muy curiosas y puedes ver de cerca su peculiar estructura. Justo al lado está el Jantar Mantar, el observatorio astronómico, que es bastante sorprendente por sus formas y su historia. Muy cerca también subimos al Isarlat Sargasooli, una torre poco conocida pero con las mejores vistas del centro de Jaipur.
Por la tarde nos alejamos un poco del centro para visitar el espectacular Amber Fort, uno de los lugares más icónicos de Rajasthan. Es enorme, está muy bien conservado y lleno de rincones para explorar. Muy cerca del fuerte también paramos en el Panna Meena Ka Kund, un pozo escalonado precioso, y en el Bihari Ji Temple, que nos pillaba justo al lado. De ahí fuimos al Jal Mahal, un palacio situado en medio de un lago, que aunque no se puede visitar por dentro, deja una imagen preciosa.
Para terminar el día, subimos hasta el Nahargarh Fort para ver el atardecer desde las alturas. Las vistas panorámicas de la ciudad son espectaculares, y es un sitio perfecto para cerrar un día intenso pero muy completo.
Somos conscientes de que es un día intenso, por lo que si quieres hacerlo por partes, aquí te dejo las mejores excursiones que puedes hacer en Jaipur:
Día 6: Últimos rincones de Jaipur y rumbo a Ranthambore
El segundo día en Jaipur lo aprovechamos para visitar varios sitios que se nos habían quedado pendientes, y de nuevo quedamos con Sahid, nuestro conductor de rickshaw de confianza, que se convirtió casi en parte del viaje. De verdad, contar con él fue una suerte, porque además de movernos con facilidad por toda la ciudad, nos iba explicando cosas y adaptándose a nuestro ritmo en todo momento.
A primera hora fuimos a uno de los lugares más fotogénicos de Jaipur: el Patrika Gate. Su galería de arcos de colores es espectacular y suele estar bastante tranquila a primera hora del día, así que si te gusta hacer fotos, es el sitio perfecto.
Desde allí, visitamos dos templos que están muy cerca el uno del otro: el Birla Mandir, de mármol blanco y muy moderno, y el Moti Dungri Ganesh Ji Temple, que es mucho más tradicional. Ambos son bastante visitados por locales, así que fue una buena oportunidad para ver el ambiente más auténtico.
Si lo prefieres, puedes optar por este Tour privado nocturno con puesta de sol en el Templo de los Monos.
Después, Sahid nos llevó al Sisodia Rani Garden, unos jardines alejados del centro que son un pequeño oasis dentro del caos de Jaipur. No es el sitio más espectacular, pero es tranquilo y perfecto para desconectar un rato.
La siguiente parada fue uno de los templos más curiosos de la ciudad: el Templo de los Monos (Galta Ji). Está encajado entre montañas, y aunque el camino para llegar tiene su punto de aventura, es un lugar que merece muchísimo la pena. El entorno, la arquitectura y los monos por todas partes lo hacen una experiencia muy diferente a todo lo demás.
Antes de salir de Jaipur, hicimos una última parada en el Gaitor Ki Chhatriyan, un complejo de cenotafios reales con una arquitectura preciosa y muy poca gente. Un sitio tranquilo y con mucho encanto para cerrar nuestra visita a la ciudad.
Desde allí, cogimos transporte para ir a Sawai Madhopur, el pueblo base para explorar el Parque Nacional de Ranthambore, donde haríamos dos safaris el día siguiente. Nosotros contratamos un conductor privado porque nos quedamos sin sitio en los trenes, pero si quieres puedes llegar en tren de Jaipur a Sawai Madhopur.
Día 7: Safaris en Ranthambore: buscando al tigre de Bengala
Este día lo teníamos planeado diferente: tocaban dos safaris en el Parque Nacional de Ranthambore, una de las reservas más famosas para intentar ver al mítico tigre de Bengala. Aunque no tuvimos suerte con el tigre, la experiencia fue increíble. El parque tiene una naturaleza impresionante, con muchos otros animales, paisajes variados y un ambiente muy especial que nos dejó con ganas de volver y probar suerte de nuevo.
Nos alojamos en el Tiger Haveli, un lugar cómodo y bien situado para los safaris. Organizamos los dos safaris, uno por la mañana y otro por la tarde, directamente con el hotel, lo que nos resultó muy práctico y cómodo.
Si prefieres organizarlo por tu cuenta, también existe la opción de contratar este Safari Guiado en Jeep por el Parque Nacional de Ranthambore, que incluye guía y transporte, y que puede ser una alternativa para quienes no quieran complicarse con reservas independientes.
Para cerrar el día, cogimos nuestras mochilas y tomamos nuestro primer tren nocturno en la India de Sawai Madhopur a Udaipur. De esta forma aprovechamos para dormir durante el trayecto y llegar a la ciudad con las pilas cargadas, listos para empezar a explorar al día siguiente.
Día 8: Explorando Udaipur
Después de llegar con el tren nocturno, dejamos las mochilas en el hotel a primera hora y salimos a explorar Udaipur, una de las ciudades que más nos sorprendió del viaje. Antes de empezar el recorrido, aprovechamos para llevar algo de ropa a la lavandería (muy necesario a mitad de ruta) y desayunar para reponer fuerzas.
Empezamos el día con un paseo en barco por el lago Pichola, que nos llevó hasta el Jagmandir Palace, una isla-palacio con vistas preciosas y un ambiente muy tranquilo. El paseo en barco merece mucho la pena, sobre todo para ver la ciudad desde otra perspectiva.
Si quieres conocer mejor la ciudad, te recomiendo este Tour privado por Udaipur.
Después fuimos a visitar el City Palace, el monumento más emblemático de Udaipur. Es enorme y tiene muchas salas, patios, balcones y rincones con vistas al lago. Nos gustó mucho y es, sin duda, una parada imprescindible si visitas la ciudad.
A mediodía paramos a comer en un restaurante con vistas al lago, y por la tarde hicimos un free tour por la zona antigua, que fue todo un acierto. Pudimos conocer mejor la historia de Udaipur, sus calles más tradicionales y un montón de detalles curiosos que por libre se nos habrían escapado.
El guía del tour nos recomendó también ir por la tarde al espectáculo de danzas tradicionales en el Bagore Ki Haveli, y fue todo un planazo. El ambiente es muy local, con música en directo y bailarinas que hacen equilibrios con jarrones en la cabeza, una auténtica locura y súper entretenido.
La verdad es que Udaipur nos encantó. No es muy grande y se puede recorrer fácilmente a pie. Tiene un ritmo mucho más relajado que otras ciudades del viaje, y fue un respiro entre tanto caos. Al día siguiente continuaríamos hacia Jodhpur, pero nos fuimos con muy buen sabor de boca de esta pequeña joya de Rajasthan.
Día 9: Visita a Kumbhalgarh Fort y el templo Jainista de Ranakpur de camino a Jodhpur
Antes de dejar Udaipur, madrugamos para vivir una de esas escenas que se te quedan grabadas: el amanecer en los ghats del lago. Fue un momento muy especial, con mujeres haciendo ofrendas, rezando y realizando rituales frente al agua, mientras la ciudad despertaba poco a poco. Una forma preciosa de despedirnos de Udaipur.
Si te interesa más la parte cultural de los ghats y su conexión con la vida cotidiana en la ciudad, puedes unirte a este tour por los ghats de Udaipur con paseo en barco, que recorre los puntos más importantes y te permite conocer mejor su significado.
Después de eso, recogimos nuestras mochilas y salimos rumbo a Jodhpur. Al igual que hicimos en el trayecto de Agra a Jaipur, aprovechamos el día contratando esta excursión de Udaipur a Jodhpur con visita a Kumbhalgarh Fort y el templo de Ranakpur. Es una forma muy cómoda y eficiente de moverse entre ciudades, haciendo paradas en dos lugares realmente interesantes.
La primera fue en el Fuerte de Kumbhalgarh, una fortaleza impresionante rodeada por una muralla de más de 30 km (la segunda más larga del mundo tras la Muralla China). La visita fue rápida pero merece mucho la pena, sobre todo por las vistas desde lo alto.
La segunda parada fue en el Templo Jainista de Ranakpur, una joya arquitectónica completamente esculpida en mármol blanco. El nivel de detalle es increíble, y aunque no se pueden hacer fotos en el interior principal, la visita es totalmente recomendable.
Finalmente, llegamos a Jodhpur a última hora de la tarde. Nos alojamos en el Namaste Caffe – For Heritage Stay, un alojamiento sencillo pero con mucho encanto, ideal para descansar y empezar al día siguiente a descubrir la famosa Ciudad Azul. Aquí pasaríamos las dos siguientes noches.
Día 10: Visita a Jodhpur, la ciudad azul
Nuestro primer día completo en Jodhpur comenzó descubriendo uno de los rincones más curiosos de la ciudad: el Toorji Ka Jhalra Bavdi, un pozo escalonado mucho más pequeño que el famoso Chand Baori, pero con mucho encanto. Estaba al lado de nuestro alojamiento, así que fue la primera parada del día. Lo interesante de este stepwell es que puedes bajar hasta la zona del agua, e incluso darte un baño si te atreves (nosotros pasamos, pero hay quien se lanza sin problema).
Si prefieres tener una visión más completa de la ciudad con un guía local, puedes optar por esta
visita guiada por Jodhpur.
Después subimos a la imponente Mehrangarh Fort, uno de los fuertes más espectaculares de Rajasthan. Desde lo alto, las vistas sobre la Ciudad Azul son impresionantes, y el interior está lleno de salas, patios y exposiciones que ayudan a imaginar cómo era la vida en la época de los maharajás. Si quieres entender bien la historia del lugar, una buena forma de visitarlo es con esta visita guiada a la fortaleza de Mehrangarh y la Ciudad Azul.
Desde allí cogimos un rickshaw hasta el cercano Jaswant Thada, un cenotafio de mármol blanco situado también en la parte alta, desde donde hay muy buenas vistas del fuerte y del paisaje. Es un lugar tranquilo, con jardines cuidados, perfecto para una parada corta.
Más tarde nos fuimos a conocer el Mandore Garden, que está algo más alejado del centro pero merece muchísimo la pena. Se puede visitar por libre o con esta excursión organizada al Mandore Garden. Es un jardín con antiguos templos, cenotafios y estructuras históricas que, aunque no siempre aparecen en las rutas más clásicas, a nosotros nos sorprendió para bien.
Para cerrar el día, regresamos a la zona del hotel, y nos fuimos a pasear por la plaza principal y el mercado local, que están alrededor del Ghanta Ghar Jodhpur (la torre del reloj). Es una zona con mucho ambiente, ideal para callejear, comprar alguna cosa y ver el día a día local.
Día 11: La ciudad azul de Jodhpur y vuelo a Varanasi
El último día en Jodhpur comenzó temprano, como nos gusta a nosotros: viendo cómo amanece la ciudad. Fuimos a la plaza principal y al mercado, donde poco a poco los puestos empezaban a abrir, los comerciantes montaban sus paradas y la ciudad comenzaba a llenarse de vida. Es un plan sencillo, pero nos encanta observar cómo despiertan estos lugares tan diferentes a lo que estamos acostumbrados.
A media mañana, hicimos una visita guiada por la Ciudad Azul, una de las experiencias más interesantes que puedes vivir en Jodhpur. Esta zona, que forma parte del casco antiguo, está repleta de callejuelas, fachadas pintadas de azul y rincones con muchísimo encanto. El guía nos llevó por calles que no hubiéramos encontrado por nuestra cuenta, nos explicó la historia del color azul y la vida de los vecinos del barrio. Sin duda, un imprescindible que hacer en Jodhpur.
Después de comer, tocaba despedirse de la ciudad. Recogimos nuestras mochilas y nos fuimos al aeropuerto para coger un vuelo con escala en Mumbai rumbo a Varanasi, nuestra siguiente y última gran parada del viaje. Tuvimos un retraso importante en el segundo vuelo, así que llegamos a Varanasi entrada la noche, mucho más tarde de lo previsto.
Y aquí viene un aviso importante: si tu alojamiento está cerca de los ghats, ten en cuenta que es una zona llena de callejones estrechos por donde no pueden entrar coches o tuk-tuks. Eso significa que tendrás que caminar con las mochilas por zonas mal iluminadas y bastante confusas, lo cual puede resultar incómodo o incluso agobiante si llegas tarde como nos pasó a nosotros.
Día 12: Amanecer en el Ganges y primer contacto con la locura de Varanasi
Para este día madrugamos mucho (teníamos contratada la primera actividad antes de saber que el vuelo se nos iba a retrasar tanto), y mereció totalmente la pena. Antes del amanecer, salimos desde nuestro alojamiento rumbo al río Ganges para hacer el famoso paseo en barco al amanecer por Varanasi. Esta ciudad es una auténtica locura desde primera hora del día. Cientos de personas se acercan a los ghats para hacer ofrendas, rezar y bañarse en el río más contaminado del mundo, como parte de sus rituales religiosos. La mezcla de espiritualidad, caos, colores y sonidos es indescriptible.
Por la tarde, volvimos a recorrer a pie los distintos ghats, deteniéndonos a observar lo que pasaba en cada uno. Caminamos hasta el crematorio principal, Manikarnika Ghat, uno de los lugares más impactantes de todo el viaje. Allí, miles de personas llegan cada año con la esperanza de morir en Varanasi, ya que según la tradición hinduista, morir aquí y ser incinerado a orillas del Ganges rompe la cadena de reencarnación. La experiencia es intensa, porque todo ocurre a la vista de cualquiera: los fuegos, las ofrendas, los rituales… y el silencio respetuoso entre tanto bullicio.
Varanasi es una ciudad caótica, espiritual y sobrecogedora, que no deja indiferente a nadie. Es difícil de digerir, pero también imposible de olvidar.
Para conocer mejor Varanasi y su relevancia, te recomendamos este free tour por Varanasi.
Para cerrar el día, fuimos por la noche a ver la famosa ceremonia Ganga Aarti, que se celebra cada día al anochecer en el Dashashwamedh Ghat. Es un espectáculo religioso lleno de incienso, cánticos, fuego y flores, donde los sacerdotes realizan una coreografía al borde del agua en honor al Ganges. Es uno de esos momentos en los que la espiritualidad se vive en comunidad, y aunque está muy preparado para los visitantes, resulta impactante.
Día 13: Descubriendo rincones ocultos de Varanasi
Otra vez tocaba madrugar, y otra vez mereció la pena. A primera hora nos acercamos al Assi Ghat, donde se celebra cada mañana una ceremonia especial con música en directo, cánticos, saludo al sol y sesiones de yoga. Es un ambiente mucho más tranquilo y menos turístico que el de otros ghats.
Por la tarde hicimos el tour por los secretos de Varanasi, una de las actividades que más nos sorprendió del viaje. A través de callejones estrechos y zonas poco transitadas, fuimos descubriendo rincones ocultos, templos escondidos, rituales menos conocidos y leyendas locales que nos hicieron ver Varanasi desde otra perspectiva. Esta ciudad es un laberinto de historia y espiritualidad, y moverse con un guía que te cuenta todo con detalle lo cambia por completo.
Hicimos una última visita al Manikarnika Ghat, el crematorio principal, para cerrar el círculo de todo lo que habíamos vivido estos días. Y también nos acercamos a uno de los templos más importantes de la ciudad: el Shri Kashi Vishwanath Temple, un lugar sagrado para los hinduistas dedicado a Shiva. No se puede visitar por dentro si no eres hindú, pero solo pasear por los alrededores y ver la cantidad de fieles que se acercan ya es impresionante.
Día 14: Excursión a Sarnath y vuelo a Delhi
Aunque tocaba marcharse de Varanasi, aún nos quedaba una visita muy especial antes de despedirnos. Aprovechamos la mañana para hacer esta excursión privada a Sarnath desde Varanasi, un lugar muy importante para el budismo, ya que fue aquí donde Buda dio su primer sermón después de alcanzar la iluminación.
Sarnath está a unos 10 kilómetros de Varanasi, así que se puede visitar fácilmente en medio día. Durante la excursión recorrimos las ruinas del antiguo monasterio, vimos la gran estupa Dhamek, que marca el lugar exacto donde Buda predicó por primera vez, y también visitamos el Museo Arqueológico de Sarnath, que guarda esculturas y piezas originales encontradas en el lugar, incluida la famosa capitel del León de Ashoka, símbolo nacional de la India.
Además, hay varios templos budistas modernos construidos por distintas comunidades del sudeste asiático, que aportan diferentes estilos arquitectónicos y enriquecen mucho la visita. El ambiente es tranquilo, espiritual y muy distinto al caos de Varanasi, lo que hace de Sarnath una excursión ideal para terminar el viaje con un poco de calma.
Día 15: Vuelta a España desde Delhi
Y así llegamos al último día de nuestro viaje de 15 días por la India. Nosotros teníamos el vuelo internacional por la mañana, así que no nos dio tiempo a mucho más que desayunar, recoger las mochilas y poner rumbo al aeropuerto.
Si tu vuelo sale más tarde, puedes aprovechar para hacer las últimas compras en Delhi, sobre todo si quieres llevarte recuerdos o algún regalo típico: pañuelos, especias, artesanía o algo de ropa tradicional. Connaught Place o los mercados cercanos a Paharganj son buenos sitios para una última vuelta rápida.
Para nosotros, tocaba decir adiós (por ahora) a este país tan caótico, intenso y fascinante. Un viaje que nos dejó agotados pero felices, llenos de historias, imágenes y momentos que no olvidaremos nunca. La India no es un destino fácil, pero sí uno de los más impactantes. Y sin duda, esta ruta de 15 días fue una forma increíble de descubrir su esencia.
Consejos para tu viaje de 15 días a la India
Después de haber vivido esta ruta de 15 días por la India, aquí van algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a preparar tu viaje y evitar contratiempos:
- Lleva contratado un seguro de viaje: en la India es fundamental. No solo por cualquier emergencia médica, sino también por retrasos, cancelaciones o pérdidas de equipaje, que son más comunes de lo que parece. Nosotros viajamos siempre con Heymondo porque tiene buen soporte en español, app para consultas médicas y asistencia 24/7. Además, tenemos un 5% de descuento con nuestro enlace, así que merece mucho la pena.
Lleva internet desde el primer minuto: tener conexión en el móvil te va a facilitar muchísimo la vida: pedir transporte, usar mapas, traducir carteles o comunicarte con alojamientos. Una buena opción es comprar una SIM local al llegar al aeropuerto o en tiendas de Airtel o Jio. Pero si prefieres evitar complicaciones, puedes llevar ya activada una
eSIM de Holafly, que funciona muy bien en todo el país y además tienes un 5% de descuento con nuestro enlace.No bebas agua del grifo: ni siquiera para lavarte los dientes. Compra botellas cerradas o lleva una botella con filtro si prefieres reducir residuos.
Prepárate para el choque cultural: la India no se parece a ningún otro lugar. El ruido, el tráfico, la suciedad, los olores y la cantidad de gente pueden abrumar al principio, pero si lo llevas con calma y mente abierta, el país te va atrapando poco a poco.
Regatea, pero con respeto: en mercados, puestos y muchos servicios turísticos es habitual negociar el precio. Es parte del juego, pero siempre con una sonrisa y buen rollo.
Reserva los trenes con antelación: sobre todo los nocturnos y los de trayectos largos. Nosotros usamos plataformas como
12go Asia, que permiten reservarlos desde fuera del país de forma sencilla. Los trenes suelen llenarse rápido y hay diferentes clases que conviene mirar bien antes de elegir.Ten paciencia y no intentes entenderlo todo: en la India hay muchas cosas que simplemente funcionan de otra forma. A veces lo mejor es fluir con el caos y dejarse llevar.
Y hasta aquí nuestro viaje de 15 días por la India. Ha sido una experiencia intensa, llena de contrastes, momentos inolvidables y muchas anécdotas que nos llevamos para siempre. Si estás pensando en hacer una ruta parecida o ya tienes tus billetes y te surge cualquier duda, déjala en los comentarios y estaremos encantados de ayudarte. Y si ya has estado en la India, cuéntanos tu experiencia, que nos encanta leeros y compartir vivencias entre viajeros.
¿Estás buscando más información para tu viaje? Echa un ojo a nuestras asesorías de viaje y organiza una llamada con nosotros.