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Por Urko Nalda • Actualizado en mayo, 2025
Si estás pensando en viajar a la capital de la India y no sabes muy bien por dónde empezar, esta guía de viaje a Nueva Delhi te va a venir de lujo. A nosotros también nos agobió un poco al principio: el caos, los colores, los olores, el ruido… Pero al cabo de unas horas ya estábamos cogiéndole el ritmo, y al final nos acabó sorprendiendo para bien. En esta guía te contamos todo lo que aprendimos durante nuestro paso por Delhi: los lugares que no te puedes perder, cómo moverte sin volverte loco y algunos consejos prácticos que ojalá nos hubieran dado antes de aterrizar. Así que si quieres ir preparado y aprovechar la experiencia al máximo, sigue leyendo.
Nueva Delhi no es una ciudad cualquiera. Es enorme, caótica, ruidosa y, en muchos momentos, agotadora. Pero también es uno de esos sitios que no se te olvidan fácilmente. Para la mayoría de viajeros, como fue nuestro caso, es la primera toma de contacto con la India, y eso se nota. Todo te resulta nuevo: el tráfico parece sin normas, los olores cambian cada pocos metros, la gente te mira, el calor aprieta… Vamos, que el choque cultural está asegurado desde el primer minuto.
Lo cierto es que no es una ciudad fácil. No vamos a venderte la moto. Hay que estar preparado para el desorden, los contrastes y esa sensación de no saber muy bien qué está pasando. Pero también creemos que es una parada importante para entender el país y sin duda uno de los mejores sitios que ver en la India. Aquí conviven templos milenarios, barrios coloniales, mercados donde todo se regatea, rascacielos modernos y barrios humildes. Todo mezclado, sin filtros. Y eso también es parte de la experiencia.
En esta guía de viaje a Nueva Delhi hemos intentado reunir toda la información que nos hubiera gustado tener antes de llegar: desde qué ver, hasta cómo moverte o dónde dormir sin gastar una fortuna o terminar estafado.
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Además, si quieres organizar tu ruta por la India, aquí te dejo una serie de artículos para que puedas empezar a estructurar tu itinerario:
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Nueva Delhi tiene muchísimos sitios interesantes para visitar, pero también hay que saber elegir, porque intentar verlo todo puede ser una locura. Nosotros decidimos tomárnoslo con calma y centrarnos en lo esencial, sobre todo porque la ciudad es enorme y moverse de un punto a otro puede llevar bastante tiempo, aunque en el mapa parezca que está todo cerca.
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Hay lugares que sí o sí entran en cualquier recorrido: el Fuerte Rojo, la tumba de Humayun o la Puerta de la India, por ejemplo. Pero más allá de los monumentos, lo que más nos impactó fue el ambiente en lugares como Chandni Chowk o los alrededores del Jama Masjid. Callejones llenos de vida, olores que van cambiando a cada paso, tuk tuks esquivando gente por milímetros… todo un espectáculo.
También nos gustó mucho descubrir zonas más tranquilas como Connaught Place o pasear por el barrio de Paharganj, aunque este último es bastante caótico y no a todo el mundo le encanta. La ciudad es una mezcla constante de contrastes, y parte del encanto está en eso: no todo es bonito, pero sí muy auténtico.
En resumen, no hace falta verlo todo para llevarse una buena impresión de Delhi. Con seleccionar 4 o 5 sitios y tomártelo con calma, ya te haces una idea bastante completa. Y lo más probable es que vivas más de una anécdota por el camino, porque en esta ciudad siempre pasa algo.
Lo más habitual para llegar a Nueva Delhi es hacerlo en avión. La ciudad tiene uno de los aeropuertos internacionales más importantes de la India, el Indira Gandhi International Airport, y hay vuelos directos o con escala desde muchísimas partes del mundo. Desde el aeropuerto al centro puedes moverte fácilmente en metro, taxi o Uber.
Si ya estás viajando por India, otra opción muy común es llegar en tren. Nueva Delhi está conectada con casi todas las ciudades importantes del país, y aunque los trayectos pueden ser largos, es una forma muy auténtica de moverse. Lo mejor es reservarlos con 12Go Asia, solo hay que tener en cuenta que conviene reservar con antelación, sobre todo si quieres viajar en clases con aire acondicionado.
También puedes llegar en coche, sobre todo si estás haciendo ruta por el norte del país. Nosotros no lo hicimos, pero hay quien contrata un tour en coche por el triángulo de oro (Nueva Delhi, Agra y Jaipur), u otras zonas del norte de la India.
Y si lo tuyo es explorar a fondo, existen otras opciones como los autobuses de larga distancia, o incluso llegar en moto o bicicleta desde zonas cercanas, aunque estas ya son alternativas más para aventureros con tiempo y paciencia.
Elegir dónde dormir en Nueva Delhi no es tarea fácil. La ciudad es enorme, y dependiendo de la zona en la que te alojes, la experiencia puede cambiar bastante. Hay barrios caóticos, otros más tranquilos, zonas mochileras, áreas más modernas… así que lo primero es tener claro qué buscas: ¿comodidad? ¿buen precio? ¿limpieza?
Una de las zonas más populares entre los viajeros es Paharganj, justo al lado de la estación de tren de Nueva Delhi. Aquí es donde nos alojamos nosotros, en el Hotel City Empire New Delhi Railway Station. No es un hotel de lujo, pero estaba limpio, era acogedor y cumplió perfectamente para lo que necesitábamos: descansar después de días largos pateando la ciudad. Además, la ubicación era muy práctica para movernos en Uber y coger trenes.
Si prefieres algo un poco más tranquilo (y estás dispuesto a pagar un poco más), puedes mirar en Connaught Place, una zona más moderna, con restaurantes, tiendas y hoteles algo más cuidados. También hay opciones interesantes en Karol Bagh, un barrio más local pero bien comunicado, o incluso en South Delhi, donde encontrarás alojamientos más tranquilos y con menos ruido, aunque algo más alejados del centro turístico.
En general, Nueva Delhi tiene opciones para todos los presupuestos, pero merece la pena revisar bien las opiniones antes de reservar, porque la calidad no siempre va acorde al precio. Y, si puedes, intenta que tu hotel esté cerca de una estación de metro. Te ahorrará más de un quebradero de cabeza.
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta antes de organizar el viaje es cuándo ir a Nueva Delhi. El clima aquí puede ser bastante extremo, así que elegir bien la época puede marcar la diferencia entre disfrutar o acabar totalmente fundido.
La mejor época para viajar a Nueva Delhi es entre octubre y marzo. Durante esos meses las temperaturas son mucho más agradables, el calor no aprieta tanto y se puede visitar la ciudad sin estar sudando a los cinco minutos de salir del hotel. Especialmente de noviembre a febrero, que es cuando el clima es más fresco y seco, perfecto para recorrer mercados, templos y monumentos sin achicharrarte.
Entre abril y junio, el calor se dispara y puede ser bastante duro. Hablamos de temperaturas por encima de los 40 °C, y con la humedad, la sensación es aún peor. Nosotros no lo recomendaríamos salvo que no te quede más remedio.
De julio a septiembre es la época del monzón. Llueve bastante, a veces de forma intensa, y aunque sigue haciendo calor, la humedad lo complica todo un poco más. Hay menos turistas, sí, pero también más charcos, barro y caos de tráfico.
Si puedes elegir, ve en los meses de invierno indio, cuando el tiempo acompaña y todo se disfruta más. Además, es cuando hay más ambiente viajero por la ciudad.
Nosotros pasamos 3 noches en Nueva Delhi, lo que nos dejó dos días completos para recorrer la ciudad (teniendo en cuenta que el primer día fue el de llegada a la India). Fue suficiente para ver lo más importante sin ir a la carrera, aunque acabamos bastante cansados. Para nosotros, ese sería el mínimo recomendable.
Si tienes un día más, mejor todavía. Hay un montón de rincones que se nos quedaron fuera, y con más tiempo puedes explorar la ciudad con más calma. Pero con dos días bien organizados, te puedes llevar una muy buena impresión de la capital.
Moverse por Nueva Delhi puede parecer misión imposible al principio, pero en cuanto entiendes un par de cosas, la ciudad empieza a tener más sentido. El tráfico es una locura, eso no lo vamos a negar, y las distancias engañan: lo que en el mapa aparece a diez minutos, fácilmente pueden ser cuarenta. Pero por suerte hay bastantes opciones para desplazarse.
Nosotros optamos sobre todo por Uber, y la verdad es que fue una decisión acertada. Es muy barato comparado con lo que cuesta en Europa, y te evita tener que negociar precios con los conductores o discutir por tonterías. Lo usamos para casi todos los trayectos, sobre todo los más largos o cuando estábamos muy cansados. También hicimos algunos recorridos andando, sobre todo por zonas más turísticas, aunque hay calles donde el tráfico y las aceras (cuando las hay) no te lo ponen nada fácil.
Otra opción bastante buena es el metro de Delhi, que es moderno, rápido y cubre una buena parte de la ciudad. Tiene vagones separados para mujeres, está bien señalizado y los precios son muy económicos. La única pega es que en hora punta va hasta los topes y puede agobiar un poco. Aun así, es una alternativa muy recomendable si quieres evitar el caos de la superficie.
También están los tuk tuks (rickshaws), que son lo más típico. Están por todas partes y pueden ser útiles para trayectos cortos, pero prepárate para negociar. Muchos no quieren usar el taxímetro y se inventan precios absurdos, así que es fácil acabar pagando más de la cuenta si no vas con cuidado.
Por último, los taxis tradicionales funcionan, pero suelen ser más caros y menos cómodos que un Uber. Solo los usamos un par de veces, y siempre nos salía más a cuenta pedir el coche desde la app.
En resumen, nuestra recomendación es clara: si tienes conexión a internet, tira de Uber siempre que puedas. Y si no, metro para los trayectos más largos y tuk tuk para distancias cortas, siempre que tengas ganas de regatear un poco.
Si hay algo que me flipa de viajar por India es, sin duda, la comida. No es que me guste: es que soy muy fan de la comida india, probablemente mi favorita del mundo. Así que ya te puedes imaginar que Nueva Delhi para mí fue como entrar en un parque de atracciones gastronómico. Hay tanto por probar, tanto sabor, tanta variedad… que lo difícil es saber por dónde empezar.
Algunos de mis platos favoritos que no pueden faltar en la mesa son el paneer lababdar, no suele estar en todas las cartas pero a mí me encanta, es un curry cremoso con tomate, anacardos y el queso típico indio; el lamb korma, suave y con ese toque a frutos secos que me encanta; el clásico chicken tandoori, con ese sabor ahumado inconfundible; y, por supuesto, el cheese naan, que va con todo y nunca sobra. Podría añadir un buen biryani o un butter chicken, pero mejor dejo algo para el próximo viaje.
En cuanto a restaurantes, te dejo algunas recomendaciones donde comimos muy bien:
Exotic Rooftop Cafe & Restaurant: en pleno Paharganj, es de esos sitios sencillos pero con encanto, terraza incluida. Buena comida, precios asequibles y un respiro del bullicio.
Pind Balluchi Regal: un restaurante típico del norte de India, ideal si quieres probar sabores potentes pero bien preparados. Comimos genial y el ambiente es muy local.
Indian Accent: este ya es otro nivel. Es de los más conocidos de la ciudad por su cocina india moderna. No es barato, pero si te apetece darte un capricho gastronómico, merece la pena.
Eso sí, un consejo: ve con precaución los primeros días si tu estómago no está muy acostumbrado al picante o a los cambios. Y siempre que puedas, come en sitios que veas con bastante movimiento de gente. En la India, eso suele ser señal de que la comida es buena… y fresca.
Si es tu primera vez en India, te recomiendo echar un vistazo a este artículo donde recopilamos un montón de consejos para viajar a la India. Ahí encontrarás información útil para preparar tu viaje.
Pero hablando en concreto de Nueva Delhi, hay algunas cosas que merece la pena tener en cuenta:
Prepárate para el caos. Es una ciudad intensa, ruidosa y con mucha gente. Al principio puede agobiar un poco, pero si te lo tomas con calma y vas con la mente abierta, también puede ser muy interesante.
Lleva siempre un seguro de viaje. Es de esas cosas que ojalá no necesites, pero que si te hace falta, te salva. Nosotros siempre viajamos con Heymondo, y nos ha funcionado genial en todas las ocasiones.
No te fíes del primero que se acerque a ayudarte en la calle o en la estación. A veces lo hacen con buena intención, pero muchas otras te van a querer llevar a una agencia, a una tienda o a algún hotel que les dé comisión.
Evita beber agua del grifo, ni siquiera para lavarte los dientes. Mejor tirar de agua embotellada y asegurarte de que esté bien cerrada.
Descárgate apps como Uber, Ola o Google Maps, que te salvan de muchas situaciones. Uber lo usamos nosotros casi siempre, y funciona muy bien y barato.
Regatea sin miedo, sobre todo en los mercados. Aquí el regateo es parte del juego y casi se espera que lo hagas.
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Hasta aquí nuestra guía para viajar a Nueva Delhi, una ciudad que, aunque puede resultar abrumadora al principio, tiene muchísimo que ofrecer si te das tiempo para descubrirla. Espero que esta info te ayude a organizar mejor tu paso por la capital india y a disfrutarla tanto como lo hicimos nosotros. Y si ya has estado o tienes alguna duda, ¡te leo encantado en los comentarios! Cuantas más experiencias compartamos, mejor para todos los que estamos planeando un viaje por la India.
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