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Tanzania
Si estás pensando en viajar a Tanzania, déjame decirte algo desde ya: es un país que engancha. Es uno de nuestros destinos favoritos de África, y por eso hemos querido preparar esta guía de Tanzania, con toda la información práctica que necesitas para organizar tu viaje por libre.
Y no lo decimos por decir. Tanzania es enorme, variada y tiene de todo: alguno de los mejores parques naturales del mundo, playas de agua cristalina, tribus locales con tradiciones centenarias, gente amable y muchísima vida.
En esta guía te contamos qué ver, cómo moverte, cuándo ir, cuánto cuesta más o menos todo, y muchos consejos útiles basados en nuestra propia experiencia. Porque cuando uno empieza a leer sobre Tanzania puede sentirse un poco perdido entre tantos nombres raros, parques nacionales y opciones de safari.
Así que aquí tienes todo ordenado y explicado de forma clara y pensado para que puedas disfrutar del viaje sin complicaciones. Tanzania no es solo un destino de safari: es un país lleno de planes, naturaleza, cultura e historias que merecen ser vividas. Y si ya estás con la idea en la cabeza, te aseguro que no te vas a arrepentir.
TABLA DE CONTENIDOS
Tanzania es un país enorme y muy diverso, así que es importante tener una idea general de las zonas más interesantes para no volverse loco organizando el itinerario. Aquí te dejo los lugares que sí o sí deberías tener en cuenta al planear tu viaje.
La mayoría de los viajeros llegan buscando playas paradisíacas… y no decepciona. El norte de la isla, con Nungwi y Kendwa, es perfecto si buscas aguas tranquilas y atardeceres de escándalo. El este, con pueblos como Paje o Jambiani, tiene un rollo más local, con mareas muy marcadas, ideal si te apetece relajarte o practicar kitesurf. Al oeste, la ciudad de Stone Town (el corazón histórico de la isla) es imprescindible. Perderse por sus callejones, visitar mercados, ver la mezcla de culturas y aprender un poco sobre la historia del comercio de esclavos te da otra perspectiva del país.
Si quieres profundizar más, te dejo por aquí mi guía para viajar a Zanzíbar por libre, donde cuentamos en detalle qué ver, dónde alojarse, cómo moverse y muchas recomendaciones más.
Si hay algo por lo que Tanzania es famosa en todo el mundo, es por sus parques naturales. Hacer un safari en Tanzania es una experiencia que no se olvida, sobre todo porque aquí puedes ver a los Big Five: león, elefante, búfalo, leopardo y rinoceronte.
El más conocido es el Parque Nacional del Serengueti, una inmensa llanura donde cada año ocurre la Gran Migración de ñus y cebras. Es como ver un documental en directo. Muy cerca, el cráter de Ngorongoro es otro de los lugares estrella: un antiguo volcán con una biodiversidad increíble, donde puedes ver muchísimos animales en un espacio relativamente reducido.
Si buscas algo un poco menos turístico, puedes ir al Parque Nacional de Tarangire, famoso por sus elefantes y baobabs, o al Lago Manyara, con paisajes más verdes y flamencos. Más al sur, el Parque Nacional de Ruaha o la Reserva de Selous (ahora llamada Parque Nacional Nyerere) son opciones menos masificadas, perfectas si buscas un safari más tranquilo.
También merece una mención el Parque Nacional de Mikumi, que se encuentra relativamente cerca de Dar es Salaam y es ideal si tienes menos tiempo o presupuesto ajustado. Este parque se puede visitar con un safari de un día desde Zanzíbar.
Además de su naturaleza, Tanzania es un país muy rico a nivel cultural. Hay más de 120 grupos étnicos diferentes, con sus propias lenguas, costumbres y formas de vida. Uno de los grandes atractivos del país es precisamente poder conocer esa diversidad (siempre desde el respeto y la curiosidad).
Una de las tribus más conocidas son los masáis, que viven principalmente en el norte del país, cerca del Kilimanjaro y el Serengueti. Su forma de vestir, su relación con el ganado y su manera de entender la vida llaman mucho la atención. Si tienes la oportunidad de visitar alguna comunidad masái de forma responsable, puede ser una experiencia muy interesante.
Otra tribu que aún mantiene un estilo de vida tradicional es la de los hadzabe, un grupo de cazadores-recolectores que vive cerca del Lago Eyasi. Pasar unas horas con ellos, acompañándolos en una pequeña salida por el bosque y aprendiendo sobre su día a día, es algo muy especial. También están los datoga, conocidos por ser herreros y trabajar el metal de forma artesanal.
Eso sí, es importante hacer este tipo de visitas de la mano de agencias o guías locales que trabajen de forma ética, para que el intercambio cultural sea respetuoso y beneficioso para todas las partes.
Monte Kilimanjaro: Es el techo de África, con casi 6.000 metros. Si te gusta el trekking y estás preparado para un buen reto, puedes intentar subirlo. Eso sí, cuesta varios días y es obligatorio subir con guía certificado, aquí puedes reservar tu Ruta Marangu de 7 días por el Kilimanjaro.
Lago Victoria: En la zona noroeste del país. Es uno de los lagos más grandes del mundo y una zona poco turística pero interesante para los que quieran salirse de lo típico.
Isla de Mafia: Mucho menos conocida que Zanzíbar, ideal para hacer snorkel o buceo, especialmente si te interesa nadar con tiburones ballena (en temporada).
Dar es Salaam: La capital económica del país. No suele ser lo más destacado de Tanzania, pero puede ser un buen punto de entrada o salida, y tiene buen ambiente si te interesa conocer la vida urbana local. Si quieres recorrerla, te recomiendo esta visita guiada por Dar Es Salaam
Llegar a Tanzania es bastante sencillo, sobre todo si vuelas desde Europa, Asia o algún punto de África. El país cuenta con varios aeropuertos internacionales, y dependiendo de la ruta que vayas a hacer, puede interesarte más uno u otro. El principal es el Aeropuerto Internacional Julius Nyerere, en Dar es Salaam, que recibe la mayoría de los vuelos internacionales y suele ser la opción más económica. También está el aeropuerto del Kilimanjaro, mucho más práctico si tienes pensado hacer un safari en el norte del país, ya que está muy cerca de Arusha. Por último, si vas a empezar directamente en la isla, Zanzíbar tiene su propio aeropuerto internacional y, aunque más pequeño, también recibe vuelos desde Europa en temporada alta o desde ciudades cercanas como Nairobi.
Otra forma habitual de llegar es por tierra desde Kenia. Si estás haciendo una ruta combinada entre los dos países, es muy común cruzar la frontera por carretera. La más utilizada es la frontera de Namanga, que conecta Nairobi con Arusha.
El trámite de entrada es sencillo, aunque puede llevar un poco de tiempo, así que conviene armarse de paciencia. El visado se puede conseguir online antes del viaje o directamente en la frontera, aunque siempre recomendamos llevarlo gestionado de antemano para evitar imprevistos.
Tanzania es un país enorme y muy variado, y eso se nota también en el tipo de alojamiento que puedes encontrar. No es lo mismo dormir en una playa de Zanzíbar que pasar la noche en plena sabana después de un safari. Cada zona tiene su estilo y sus opciones, y eso es parte de lo que hace que viajar por Tanzania sea tan especial.
En Zanzíbar, por ejemplo, lo típico es quedarse en resorts a pie de playa, ideales si buscas relax total y comodidades, aunque también hay muchas guesthouses más sencillas y económicas, perfectas si viajas con presupuesto ajustado o si simplemente prefieres algo más local y auténtico.
Cuando haces safari por los parques nacionales, lo más habitual es dormir en campamentos o alojamientos tipo glamping, que combinan el contacto con la naturaleza con un mínimo de comodidad. Algunos son muy básicos, con tiendas de campaña y baños compartidos, y otros son auténticos campamentos de lujo, con camas enormes, baños privados y hasta piscina. Dormir en mitad del parque, oyendo rugidos de leones o elefantes a lo lejos, es de esas cosas que no se olvidan.
En las ciudades como Arusha, Moshi o Dar es Salaam, encontrarás de todo: desde hoteles sencillos y hostales, hasta alojamientos de gama media o más modernos. Sea cual sea el estilo de viaje que tengas, seguro que encuentras algo que encaje contigo.
Nosotros reservamos siempre los alojamientos con Booking.com, porque así puedes ver opiniones de otros viajeros, filtrar por precio, tipo o ubicación, y en muchos casos cancelar sin coste si cambias de planes. Además, suele haber muchas más opciones que en otras webs, sobre todo si viajas por libre.
Moverse por Tanzania puede ser toda una aventura, y depende mucho de las distancias que quieras cubrir y del tipo de viaje que hagas. Nosotros, por ejemplo, hemos usado varias formas de transporte en diferentes momentos, y cada una tiene su encanto.
Para trayectos largos, sobre todo si vas o vuelves de Zanzíbar, lo más cómodo y rápido es coger aviones internos. Nos ha venido genial para ahorrar tiempo y aprovechar al máximo cada destino. Las conexiones suelen ser frecuentes entre Dar es Salaam, Kilimanjaro, Arusha y Zanzíbar, así que es una buena opción para cubrir grandes distancias sin perder horas en carretera.
En Zanzíbar, además, una opción que recomendamos mucho es alquilar un coche propio. Nosotros lo hicimos con Bright Car Hire Zanzibar y la experiencia fue estupenda: el servicio fue muy bueno y el precio bastante ajustado.
Otra opción muy común, especialmente en la zona de los safaris, es contratar un conductor privado. Es habitual que en los parques y reservas lo incluyan con el tour, o que se pueda contratar para moverse cómodamente entre pueblos y alojamientos sin complicaciones. Esto te permite centrarte en disfrutar del paisaje y la fauna sin preocuparte por las carreteras o el GPS.
Para los viajeros más aventureros y con tiempo, está el transporte local conocido como Dala Dala. Son minibuses o furgonetas compartidas que circulan entre pueblos y ciudades, y aunque es la opción más barata, no es la más cómoda ni rápida. Pero si te apetece vivir el día a día local y no te importa la falta de horarios ni las paradas constantes, puede ser toda una experiencia auténtica.
Tanzania se puede visitar casi todo el año, pero hay momentos que son más adecuados según lo que quieras hacer. En general, el clima se divide en dos estaciones principales: la seca y la lluviosa, y eso marca mucho las actividades.
La estación seca, que va de junio a octubre, es sin duda la mejor época para hacer safaris. Durante estos meses, la vegetación está menos densa, los animales se agrupan más cerca de los ríos y fuentes de agua, y es más fácil ver a los famosos Big Five. Además, los días suelen ser soleados y las noches frescas, lo que hace que las excursiones sean mucho más agradables.
La otra estación es la de lluvias, que se divide en dos: las lluvias cortas o “de primavera” en noviembre y diciembre, y las lluvias largas entre marzo y mayo. Durante estos meses, el paisaje está verde y espectacular, aunque algunas carreteras pueden complicar el acceso a ciertos parques. Por eso, si viajas en temporada de lluvias, conviene planificar bien y estar preparado para algún imprevisto. Sin embargo, es también la época ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza, porque la fauna está muy activa y nacen muchas crías.
Planificar un viaje a Tanzania implica tener claro qué gastos vas a tener, desde los vuelos hasta el día a día una vez estés allí. En esta sección te contamos de forma realista y cercana cuánto puedes esperar gastar en los principales apartados del viaje. Así podrás organizarte mejor y evitar sorpresas.
En Tanzania hay opciones para todos los bolsillos. Puedes encontrar desde guesthouses sencillas por menos de 20 euros la noche hasta resorts o campamentos de lujo que superan los 300 euros por noche. En Zanzíbar, por ejemplo, los resorts en la playa suelen ser más caros, mientras que en las ciudades y pueblos hay alojamientos económicos muy cómodos.
La comida en Tanzania es bastante asequible. Un plato en un restaurante turístico suele rondar los 10 euros por persona, aunque depende mucho del lugar donde comas. En mercados locales o puestos callejeros puedes encontrar opciones más baratas, mientras que en restaurantes turísticos de mayor calidad, el precio sube un poco.
Los vuelos internos dentro de Tanzania cuestan entre 30 y 100 euros, según la ruta y la antelación de la reserva. Es una buena forma de ahorrar tiempo en trayectos largos. Para moverse por tierra, si decides contratar un conductor privado, el precio ronda los 80-100 euros por día, lo que puede ser una opción cómoda y práctica, especialmente durante los safaris.
El acceso a internet es bastante accesible. Un paquete de datos de 25 GB para un mes suele costar unos 25 euros.
Nosotros recomendamos usar una eSIM internacional de Holafly, que ofrece internet ilimitado y tiene un descuento especial para los seguidores de Stamp by Stamp. Así puedes estar siempre conectado sin complicaciones.
Los safaris son, sin duda, la parte más cara del viaje. Los precios suelen empezar alrededor de los 200 euros por día, aunque no tienen límite si buscas una experiencia de lujo con alojamientos exclusivos, guías privados y vehículos 4×4 privados. Eso sí, la inversión merece la pena para disfrutar de la naturaleza y la fauna de Tanzania en su máxima expresión.
El visado para entrar a Tanzania cuesta 50 dólares y se puede tramitar online o a la llegada. Nosotros siempre recomendamos gestionarlo con antelación para evitar sorpresas.
Antes de terminar esta guía de Tanzania, queremos responder algunas de las preguntas más comunes que suelen surgir al organizar un viaje por libre. Desde temas prácticos como el idioma, la moneda o los enchufes, hasta dudas sobre el seguro o el visado:
Los idiomas oficiales son el suajili y el inglés. En las zonas turísticas y ciudades, el inglés se entiende bastante bien, pero en áreas rurales lo más habitual es el suajili y algunas lenguas locales.
Sí, es imprescindible llevar seguro de viaje. Nosotros recomendamos Heymondo porque ofrece buenas coberturas y atención en español. Además, desde 2024, para viajar a Zanzíbar es obligatorio comprar un seguro aprobado por el gobierno, que se paga como una tasa al llegar. Aunque ese seguro cubre lo básico, te recomendamos contratar tu propio seguro privado para mayor tranquilidad.
Tanzania está en el huso horario GMT+3, es decir, tiene dos horas más que España peninsular (sin contar el horario de verano). Esto facilita organizar las actividades y aprovechar las horas de luz.
Sí, para entrar a Tanzania es necesario llevar visado. Se puede conseguir a la llegada, pero lo recomendable es solicitarlo antes a través del sistema de visado electrónico (eVisa). Además, recuerda que el pasaporte debe tener al menos seis meses de validez y un par de páginas en blanco para los sellos.
Se usan enchufes tipo G, iguales que en Reino Unido, con tres clavijas rectangulares. Si tus dispositivos no son compatibles, necesitarás un adaptador.
La moneda oficial es el chelín tanzano (TZS). En lugares turísticos aceptan dólares y tarjetas, pero es recomendable llevar efectivo en chelines para mercados, transporte local o sitios más alejados.
¡Y hasta aquí nuestra guía de Tanzania! Esperamos que te haya servido para preparar tu viaje y que te animes a descubrir este país tan especial, que para nosotros ya es uno de nuestros favoritos de África. Si tienes alguna duda, quieres compartir tu experiencia o simplemente te apetece saludarnos, déjanos un comentario aquí abajo. ¡Nos encanta leerte y ayudarte a organizar tu aventura por Tanzania!
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Cómo llegar a Tanzania