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Por Leyre Gómez • Actualizado en septiembre, 2025
El Volcán Ijen es uno de esos lugares que no puedes dejar fuera en un viaje a Java. Lo que lo hace tan especial es el fenómeno del Volcán de la Lava Azul, un espectáculo que solo se puede ver de noche y que atrae a viajeros de todo el mundo. La subida al cráter es dura, pero te aseguro que la recompensa merece la pena. En este artículo te cuento cómo visitar el Volcán Ijen, qué necesitas saber antes de ir y todos los consejos prácticos para que disfrutes al máximo de la experiencia.
El Volcán Ijen se encuentra en el este de la isla de Java, muy cerca de la ciudad de Banyuwangi y a poca distancia de Bali, lo que lo convierte en una de las excursiones más populares de la zona. Forma parte de un gran complejo volcánico y su cráter destaca por tener el lago ácido más grande del mundo y por el fenómeno conocido como el Volcán de la Lava Azul, algo único que no se ve en ningún otro sitio.
Visitar el Volcán Ijen por libre es posible, sobre todo si te mueves en transporte público o alquilas un coche en Indonesia. Sin embargo, lo más habitual (y lo que nosotros también hicimos) es contratar una excursión de 3 días y 2 noches que combina el Ijen con la cascada de Tumpak Sewu y el Monte Bromo. De esta forma puedes descubrir tres de los lugares más impresionantes que ver en Java en un mismo recorrido sin tener que preocuparte por la logística.
El trekking hasta el cráter no es largo, aunque sí requiere cierto esfuerzo físico, ya que la mayor parte de la subida se hace de madrugada para poder ver el fenómeno de la lava azul antes del amanecer. Aun así, es una experiencia inolvidable y a nosotros nos encantó
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Uno de los grandes motivos por los que la gente se anima a subir de madrugada al cráter es para ver la famosa lava azul del Volcán Ijen. Este fenómeno es único en el mundo y solo puede contemplarse en este volcán de Indonesia, lo que lo convierte en una experiencia realmente especial.
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Aunque se le llama “lava azul”, en realidad no es lava. El fenómeno se produce porque en las grietas del cráter se escapan gases de azufre a muy alta temperatura (más de 600 °C) que, al entrar en contacto con el oxígeno, arden y generan unas llamas de color azul intenso. Estas llamas, al reflejarse en el suelo y en el humo, dan la sensación de que la lava brilla en azul.
El fuego azul del Ijen solo puede verse durante la noche, antes de que empiece a amanecer. Por eso las excursiones al volcán comienzan tan temprano, muchas veces pasada la medianoche, para que los visitantes lleguen al cráter en plena oscuridad y puedan contemplar este fenómeno.
En cuanto sale la primera luz del día, las llamas dejan de percibirse con claridad, así que si tu objetivo es ver la lava azul del Volcán Ijen, tendrás que hacer el trekking nocturno sí o sí.
Además del fenómeno de la lava azul, el cráter del Volcán Ijen también es conocido por su mina de azufre, considerada una de las más duras del mundo. Cada día, decenas de trabajadores bajan hasta el interior para extraer bloques de azufre de manera totalmente manual. Después los transportan en cestas de bambú que pueden llegar a pesar más de 70 kilos, cargándolas a la espalda durante la subida por el mismo sendero que recorren los visitantes.
El trabajo es extremadamente duro y, para hacerlo todavía más complicado, se realiza en un entorno con gases tóxicos. Aun así, para muchos de ellos es la única forma de ganarse la vida en una zona con pocas oportunidades. Verlos en plena faena durante la excursión es impactante y ayuda a ser consciente de la realidad que rodea a este volcán.
Por eso es importante mostrar siempre respeto hacia los mineros y no obstaculizar su camino durante el trekking. Están acostumbrados a que los viajeros les pidan fotos, pero lo recomendable es no hacerlo de forma invasiva y, si quieres apoyarlos, puedes comprar alguna de las pequeñas figuras de azufre que venden en la entrada.
Si estás pensando en conocer el Volcán Ijen, tienes dos formas principales de hacerlo: por libre o contratando una excursión organizada. Ambas opciones son posibles y dependen del tiempo que tengas, tu presupuesto y lo cómodo que quieras viajar.
La manera más independiente de llegar al Volcán Ijen es hacerlo desde la ciudad de Banyuwangi, en el este de Java. Esta localidad es la base más cercana a la entrada del parque y cuenta con hoteles, restaurantes y transporte hasta la zona del volcán. Desde allí, se tarda aproximadamente una hora en coche o moto hasta el punto de inicio del trekking.
Si viajas por libre tendrás que organizar todo: transporte hasta la entrada, pago del ticket (unas 100.000 IDR entre semana y 150.000 IDR los fines de semana para extranjeros), y la subida hasta el cráter. Aunque es posible hacerlo sin guía, hay que tener en cuenta que la excursión comienza de madrugada, normalmente sobre la 1 o las 2 de la mañana, y que el camino se hace oscuro y con bastante pendiente. Además, para bajar al interior del cráter a ver la lava azul del Ijen es obligatorio llevar una máscara antigás, ya que los gases son muy fuertes.
Por libre, puedes alquilar una moto en Banyuwangi, contratar un coche con conductor o incluso moverte en transporte público, aunque en este último caso los horarios no siempre encajan bien con la hora de inicio del trekking.
La opción más habitual para visitar el Volcán Ijen es hacerlo con una excursión organizada. De esta forma no tienes que preocuparte por la logística y siempre vas acompañado de un guía local que conoce bien la ruta y las medidas de seguridad necesarias.
Si vienes desde Bali, también encontrarás excursiones organizadas que cruzan en ferry hasta Java y te llevan directamente al Ijen
La mayoría de tours incluyen el traslado desde Banyuwangi hasta la entrada, la entrada al parque y la máscara antigas para bajar al cráter. También existen excursiones que combinan varios lugares de Java. Nosotros, por ejemplo, hicimos un tour de 3 días y 2 noches que incluía Tumpak Sewu, el Monte Bromo y el Volcán Ijen, y fue la mejor forma de aprovechar el tiempo y conocer tres de los sitios más increíbles de Indonesia.
En cualquiera de los casos, tanto por libre como en tour, la experiencia de ver la lava azul del Volcán Ijen de madrugada y después disfrutar de las vistas del cráter al amanecer es algo que recordarás para siempre.
Como ya os hemos dicho, nosotros conocimos el Volcán Ijen como parte de una excursión de 3 días y 2 noches que combinaba Tumpak Sewu, el Monte Bromo y el Ijen. La verdad es que nos sorprendió lo bien organizada que estaba, teniendo en cuenta que es una ruta bastante compleja a nivel logístico. El Ijen fue la última parada del viaje y, aunque es una visita dura porque se duerme muy poco y se madruga muchísimo, la experiencia fue increíble.
Para que te hagas una idea, el día del volcán salimos a las 23:55, ya que estábamos alojados a unas dos horas del punto de inicio del trekking. El objetivo era claro: ver la lava azul del Volcán Ijen, y por eso hay que empezar tan temprano. Al llegar a la base desayunamos, nos equipamos con las máscaras de gas que ya estaban incluidas en la excursión y alquilamos lo necesario, como linternas y gafas para el humo.
La subida hasta la parte más alta nos llevó aproximadamente una hora y media. Es cierto que había bastante gente y también algunos locales que subían a turistas en carros, algo que creemos que no se debería fomentar. Es un trabajo demasiado duro y, sinceramente, si alguien no puede aguantar el trekking lo mejor es que no lo haga.
Una vez arriba, tocaba bajar hacia la zona del lago y el área donde se encuentra el fuego azul. Esta parte es la más complicada porque el camino es empinado, lleno de piedras y, con tanta gente, se vuelve algo incómodo. Aun así, no lo consideramos extremadamente difícil, aunque puede ser agobiante para quienes no están acostumbrados a caminar por terrenos de montaña.
Cuando por fin llegamos al fuego azul, nos quedamos impresionados con el espectáculo. Eso sí, hay que tener en cuenta que el aire en esa zona es bastante contaminado y nocivo, por lo que lo mejor es hacer una ronda de fotos rápida y no estar demasiado tiempo allí. Después tocaba volver a subir para esperar el amanecer desde la parte alta del cráter. Ver cómo poco a poco se iluminaba el lago turquesa del Ijen fue una de las imágenes más bonitas de todo el viaje.
Después de hacer unas fotos y volver a bajar al punto de inicio, desayunamos de nuevo, fuimos hacia el puerto y pusimos rumbo hacia Bali en ferry, que también estaba incluido dentro de la excursión.
Llegados a este punto, te habrás dado cuenta de que visitar el Volcán Ijen no es un simple paseo. La experiencia es dura, pero también muy especial. Por eso es importante ir bien preparado y conocer algunos aspectos prácticos antes de lanzarse a la aventura:
Si tu objetivo es ver el fuego azul del Ijen, tendrás que empezar la caminata de madrugada. Las excursiones suelen comenzar entre las 00:00 y las 02:00 de la mañana, ya que el fenómeno solo se aprecia en la oscuridad total. El trekking hasta el cráter lleva unas dos horas aproximadamente, por lo que llegarás justo a tiempo para contemplar las llamas antes de que amanezca.
En cambio, si no te interesa tanto ver la lava azul y prefieres centrarte en el amanecer desde la cima, puedes iniciar la subida un poco más tarde, hacia las 03:30 o 04:00 de la mañana. En cualquier caso, madrugar es obligatorio, ya que el volcán se visita siempre de noche o al amanecer.
El trekking hasta el cráter del Ijen suele llevar entre 1 hora y media y 2 horas de subida. El recorrido tiene unos 3 kilómetros y la pendiente es bastante constante, lo que lo hace exigente físicamente, sobre todo en el primer tramo. No es un sendero técnico, pero sí requiere resistencia.
Una vez llegas a la parte superior, para ver el fuego azul tendrás que hacer una bajada de unos 30 minutos hasta el interior del cráter. Esta parte es, sin duda, la más complicada. El terreno es irregular y empinado, con bastante grava y piedras sueltas que resbalan con facilidad. Además, el sendero es estrecho y suele haber mucha gente bajando y subiendo al mismo tiempo, lo que obliga a ir con más precaución.
La combinación de oscuridad, terreno suelto y el aire cargado de gases hace que este tramo se sienta mucho más duro. Aun así, yendo despacio, con linterna frontal y fijándote bien dónde pisas, se puede hacer sin problema. El regreso desde el cráter hasta el borde también se hace cuesta arriba, por lo que conviene guardar energía.
En resumen, la caminata no es imposible, pero es exigente y requiere estar preparado física y mentalmente. Con paciencia y a tu ritmo, llegarás al amanecer en el borde del cráter para disfrutar de una de las mejores vistas de todo Java.
Para subir al Volcán Ijen conviene ir preparado, ya que la caminata se hace de noche y en condiciones que no siempre son cómodas. La mayoría de excursiones incluyen la máscara antigás, pero es importante asegurarte de que funciona bien antes de empezar. La vas a necesitar sobre todo en el descenso hacia el fuego azul, donde la concentración de gases es más fuerte.
Además, ten en cuenta que durante la noche la temperatura ronda los 10-12 grados, por lo que llevar abrigo es fundamental. Un forro polar o una chaqueta ligera serán suficientes, pero marcan la diferencia entre pasar frío o no.
Otros accesorios muy útiles son unas gafas protectoras, que ayudan a evitar el escozor de ojos en las zonas con más humo, y una linterna frontal o de mano, imprescindible para iluminar el camino en plena oscuridad.
Si no llevas todo esto encima, no te preocupes: en la base del volcán se puede alquilar lo necesario por unos 2-3€ cada cosa. Máscara, abrigo, gafas y linterna están disponibles, así que siempre tienes esa opción antes de empezar la subida.
Visitar el Volcán Ijen es una experiencia increíble, pero no hay que olvidar que se trata de un entorno activo y con condiciones extremas. Para disfrutarlo con tranquilidad conviene tener en cuenta algunas precauciones básicas:
Usa siempre la máscara antigás en la bajada al cráter. El humo puede ser muy molesto e incluso peligroso si lo inhalas durante mucho tiempo.
No te acerques demasiado al fuego azul. Aunque la tentación de verlo de cerca es grande, la zona es inestable y con gran concentración de gases.
Mantente atento al camino. La bajada es estrecha, con mucha gente cruzándose en ambos sentidos, por lo que conviene avanzar despacio y con cuidado.
Respeta a los mineros. Ellos trabajan cargando con pesos enormes y necesitan espacio para moverse. Deja siempre libre su paso.
No subestimes el cansancio. Se duerme poco, se madruga mucho y el trekking es exigente, así que hidrátate bien y toma algún snack energético para recuperar fuerzas.
Haz caso a tu guía (si vas con excursión). Conocen bien la zona y saben cómo actuar en caso de imprevisto.
En cualquier caso, es imprescindible viajar con seguro de viaje para estar protegido ante cualquier imprevisto, que escalando el Volcán Ijen puede surgir perfectamente. Nosotros siempre viajamos con Heymondo, que nos ha respondido a la perfección cuando lo hemos necesitado. Además, tenéis un 5% de descuento desde nuestro enlace.
El Volcán Ijen se encuentra en el este de la isla de Java, en Indonesia, muy cerca del puerto de Ketapang, desde donde sale el ferry hacia Bali. Gracias a su ubicación, es habitual combinar su visita con el Monte Bromo y la cascada Tumpak Sewu dentro de una misma ruta.
La subida al Ijen tiene una dificultad media-alta. El trekking hasta la cima dura entre 1h 30 y 2h y es todo en pendiente. Lo más complicado es el descenso al cráter para ver la lava azul, que dura unos 30 minutos y requiere más cuidado, ya que el camino es estrecho, hay bastante gente y el humo puede incomodar.
El fenómeno de la lava azul del Volcán Ijen solo puede verse de noche, antes de que amanezca. Por eso todas las excursiones empiezan pasada la medianoche, para llegar al cráter cuando todavía está oscuro. Con la primera luz del día, las llamas dejan de percibirse.
Sí, se puede visitar por libre, pero es menos habitual. Lo más común es contratar una excursión que incluya también el Monte Bromo y Tumpak Sewu. Ir con guía facilita mucho la logística, especialmente por los horarios nocturnos, el transporte hasta la base y el equipo necesario para la caminata.
El principal riesgo son los gases tóxicos del azufre, que pueden resultar dañinos si no llevas máscara. También hay que tener cuidado en la bajada al cráter, que es resbaladiza y con mucha gente. Más allá de eso, con precaución y sentido común, la visita es segura.
La mejor época para visitar el Ijen es durante la estación seca, que va de abril a octubre. En estos meses las posibilidades de lluvia son menores y el trekking nocturno resulta más cómodo. En temporada de lluvias (noviembre a marzo) también es posible visitarlo, pero el camino puede estar más resbaladizo.
Sí, en la base del Volcán Ijen encontrarás puestos donde alquilar todo lo necesario para la caminata nocturna: máscara antigás, linterna, gafas protectoras y ropa de abrigo. Cada artículo suele costar entre 2 y 3€. Aunque la mayoría de excursiones ya incluyen la máscara, siempre es recomendable comprobar que funciona bien antes de empezar la subida.
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Esperamos que esta guía para visitar el Volcán Ijen en Indonesia te haya servido para preparar tu visita y, si ya has estado, nos encantaría que lo compartieras en los comentarios. ¿Qué te pareció el Ijen? ¿Conseguiste ver la lava azul?
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