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Japón
Japón es uno de esos destinos que te marcan para siempre. Llevábamos mucho tiempo soñando con conocerlo y, tras pasar un mes recorriendo el país, podemos decir que superó todas nuestras expectativas. Se ha puesto muy de moda en los últimos años, ¡y no nos extraña en absoluto!. Es un país que lo tiene todo: ciudades que parecen sacadas de una película de ciencia ficción, templos milenarios, una naturaleza increíble y una gastronomía para chuparse los dedos.
Para que te hagas una idea, Japón es un archipiélago formado por miles de islas, aunque las principales son cuatro: Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu. Una de las cosas que más nos sorprendió es que casi el 75% del país está cubierto de montañas y bosques, lo que hace que la mayor parte de la población se concentre en las llanuras costeras. De hecho, te darás cuenta de que ningún punto del país está a más de 150 km del mar. Esta geografía tan particular, situada en el “Anillo de Fuego” del Pacífico, es la razón de que haya tantos volcanes y una actividad sísmica tan frecuente.
Esta extensión de norte a sur hace que el clima sea muy variado. Puedes encontrar desde el frío subártico de Hokkaido, ideal para los amantes de la nieve, hasta el clima subtropical de las islas de Okinawa, con playas paradisíacas. La mayor parte del país, sin embargo, disfruta de cuatro estaciones muy bien definidas, cada una con su encanto particular, como los famosos cerezos en flor en primavera o el cambio de color de las hojas en otoño.
Japón es un país de contrastes, donde la tradición y la modernidad conviven en perfecta armonía, y que ofrece algo para cada tipo de viajero. Durante nuestro viaje, alucinamos con la amabilidad de su gente, sus paisajes de ensueño y una cultura fascinante que te atrapa desde el primer momento. Es un país que recomendamos visitar al menos una vez en la vida, aunque te advertimos que, con una vez, no será suficiente y siempre querrás volver.
Sabemos de primera mano que organizar un viaje a un país tan grande y diferente puede llegar a abrumar un poco; hay tantas cosas que ver y hacer que es difícil saber por dónde empezar. Precisamente por eso hemos creado esta guía, para ayudarte a resolver todas tus dudas y para que puedas organizar tu viaje por libre de la mejor manera posible, basándonos en nuestra propia experiencia.
TABLA DE CONTENIDOS

Japón es un país inmenso y con una lista interminable de lugares increíbles por descubrir. Organizar la ruta y decidir qué incluir puede ser un verdadero quebradero de cabeza. Para ponértelo fácil, aquí te dejamos una selección de los lugares que, para nosotros, son imprescindibles en un primer viaje a Japón, además de algunos lugares alternativos para que puedas valorarlos.
Tokio es la puerta de entrada para la mayoría de viajeros y una ciudad que te vuela la cabeza. Es la mezcla perfecta entre vanguardia y tradición. No te puedes perder el famoso cruce de Shibuya, el más transitado del mundo, ni las luces de neón y el ambientazo de Shinjuku. Para un toque más tradicional, el templo Senso-ji en Asakusa es una visita obligada. Y si quieres alucinar con las vistas, sube a alguno de sus rascacielos como la Torre Mori o el mirador del Metropolitan Government Building.
Si Tokio es el futuro, Kioto es el alma de Japón. Fue la capital imperial durante más de mil años y es el lugar donde encontrarás la imagen más tradicional del país, con más de 1.000 templos budistas. Pasear por el barrio de Gion con la esperanza de cruzarte con una geisha, recorrer los miles de toriis rojos del santuario Fushimi Inari-taisha y perderte en el mágico Bosque de Bambú de Arashiyama son experiencias que no olvidarás jamás. Tampoco puedes irte sin visitar el Pabellón Dorado (Kinkaku-ji), uno de los templos más bonitos del país.

Más allá de las dos grandes, Japón tiene ciudades y rincones que merecen muchísimo la pena:
Osaka: Conocida como la “cocina de Japón”, es una ciudad frenética y con una vida nocturna increíble. Su barrio más famoso es Dotonbori, con sus canales y carteles luminosos.
Nara: A un corto trayecto en tren desde Kioto u Osaka, Nara fue otra antigua capital. Es famosa por su parque lleno de ciervos sika que campan a sus anchas y por el Gran Buda del templo Todai-ji.
Hiroshima y Miyajima: Una visita cargada de historia y emoción. Es imprescindible visitar el Parque Conmemorativo de la Paz en Hiroshima para entender una parte crucial de la historia del siglo XX. Desde allí, puedes tomar un ferry a la isla de Miyajima para ver su famoso torii flotante.
Monte Fuji: La estampa más icónica de Japón. Aunque subir a la cima es solo para los más aventureros (y solo en verano), puedes obtener unas vistas espectaculares desde la región de los Cinco Lagos o desde la pagoda Chureito.
Nikko y Kamakura: Son dos excursiones perfectas de un día desde Tokio. Nikko es un complejo de templos y santuarios espectacular en plena naturaleza, declarado Patrimonio de la Humanidad, donde destaca el santuario Toshogu. Kamakura es una encantadora ciudad costera famosa por su Gran Buda de bronce al aire libre y sus templos zen.
Si dispones de más tiempo o buscas una experiencia diferente, Japón tiene mucho más que ofrecer:
Hokkaido: Es la isla más septentrional de Japón y un paraíso para los amantes de la naturaleza. Es famosa por sus paisajes salvajes, sus parques nacionales como Daisetsuzan, sus campos de lavanda en verano y por ser uno de los mejores destinos del mundo para los deportes de invierno. Su capital, Sapporo, es una ciudad moderna, conocida por su festival de la nieve.
Okinawa: Este archipiélago subtropical en el sur de Japón es el Caribe japonés. Aquí encontrarás playas de arena blanca y aguas cristalinas, una cultura propia (la del antiguo reino de Ryukyu) y una gastronomía única. Es el destino ideal para relajarse, hacer snorkel o submarinismo y descubrir una cara completamente distinta de Japón. No te puedes perder el Acuario Churaumi, uno de los más grandes del mundo.
El Japón rural: Para una inmersión auténtica, te recomendamos que te escapes de las grandes ciudades y descubras la vida en el campo. Pueblos como Shirakawa-go con sus casas de tejado de paja, la región de los Alpes Japoneses o alojarte en un nohaku (una granja tradicional) te permitirán conectar con el Japón más auténtico y su gente.
Tokio
Nusa Penida
Java
Sumatra
Islas Gili
Parque Nacional de Komodo
Llegar a Japón desde España es más sencillo de lo que parece, aunque el viaje en avión es largo y requiere una buena planificación para encontrar las mejores ofertas. Actualmente, la forma más rápida es el vuelo directo que opera Iberia desde Madrid a Tokio, con una duración de unas 13 o 14 horas. Esta opción no está disponible todos los días y suele tener un precio más elevado. La alternativa más común y económica son los vuelos con una escala, ofrecidos por la mayoría de aerolíneas europeas y asiáticas como Finnair, Air France o Cathay Pacific. Con esta opción, el viaje dura entre 15 y 20 horas, dependiendo de la parada.
Los principales puntos de entrada al país son los aeropuertos de Narita (NRT) y Haneda (HND) en Tokio, y el de Kansai (KIX) en Osaka. Haneda está mucho más cerca de la ciudad de Tokio, lo que es una ventaja. Por otro lado, el aeropuerto de Kansai es ideal si tu plan es empezar el viaje explorando la zona de Kioto y Osaka.
Un gran TIP para organizar vuestro viaje es coger un vuelo “open jaw” o de múltiples destinos. Esto significa que podéis llegar a Japón por un aeropuerto, por ejemplo Osaka, y volver a España desde otro, como Tokio, o viceversa. Muchas compañías como Iberia o Japan Airlines lo permiten, y es una forma muy eficiente de organizar la ruta, ya que te ahorras tener que volver al punto de partida y pierdes menos tiempo en traslados internos.
Encontrar alojamiento en Japón es relativamente sencillo, ya que hay opciones para todos los gustos y bolsillos. La elección dependerá mucho del tipo de experiencia que busques y de tu presupuesto.
Por un lado, tienes los hoteles de estilo occidental, que son los más comunes en las ciudades y muy similares a los que encontrarías en cualquier otra parte del mundo. Son una opción cómoda y práctica. También son muy populares los business hotels, que suelen ser más pequeños y económicos, pero perfectamente funcionales para pasar la noche.
Pero si quieres vivir una experiencia 100% japonesa, tienes que probar un ryokan, el alojamiento tradicional por excelencia. Dormirás en un futón sobre un suelo de tatami, te vestirás con una yukata (un tipo de kimono ligero) y en muchos de ellos podrás disfrutar de un onsen (baño termal). Es una experiencia increíble que te recomendamos probar al menos una noche. Además de los ryokans, existen otras opciones como los minshuku (casas particulares más económicas) o los famosos hoteles cápsula, una experiencia curiosa si viajas solo.
Para nuestro viaje de un mes por Japón, nosotros decidimos reservar todos los alojamientos a través de Booking.com. Nos resultó muy cómodo y práctico tener todas las reservas centralizadas en una sola aplicación y poder gestionar cualquier cambio desde ahí.

Moverse por Japón es toda una experiencia y, gracias a su increíblemente eficiente red de transporte público, es mucho más fácil de lo que parece. La puntualidad es casi una religión y la variedad de opciones te permite llegar a prácticamente cualquier rincón del país.
Sin duda, el tren es el medio de transporte estrella en Japón. Para los trayectos largos entre ciudades como Tokio, Kioto y Osaka, no hay nada como el Shinkansen, el famoso tren bala. Es rapidísimo, cómodo y una experiencia en sí misma. Para estos recorridos, es fundamental estudiar si compensa comprar el Japan Rail Pass (JRP). Este pase te da acceso ilimitado a la mayoría de los trenes de la compañía JR, incluyendo muchos Shinkansen, durante un periodo determinado (7, 14 o 21 días). Aunque su precio ha subido considerablemente, sigue siendo una opción a valorar si vas a hacer muchos trayectos largos, ya que te da mucha flexibilidad.
Dentro de las grandes ciudades, la combinación de metro y trenes urbanos es la mejor opción. En Tokio, la red de metro es enorme y súper eficiente, operada principalmente por Tokyo Metro y Toei. Además, la línea de tren JR Yamanote es circular y recorre los barrios más importantes, por lo que si tienes el JRP activo, podrás usarla sin coste adicional.
Para moverte con más facilidad, es muy recomendable hacerte con una tarjeta monedero como la Suica, Pasmo o Icoca. Funcionan en prácticamente todo el país y te sirven para pagar en trenes, metros, autobuses e incluso en muchas tiendas y máquinas expendedoras. En ciudades como Kioto, donde la red de metro es más limitada, el autobús se convierte en tu mejor aliado para llegar a muchos templos y puntos de interés.
Avión: Para cubrir las grandes distancias que separan las islas principales de Hokkaido en el norte y Okinawa en el sur, el avión es la opción más rápida y práctica. Hay numerosas aerolíneas domésticas, incluyendo opciones de bajo coste, que conectan Tokio y Osaka con ciudades como Sapporo (Hokkaido) u Naha (Okinawa) en pocas horas.
Tren a Hokkaido: Es posible llegar a Hokkaido en tren desde Honshu a través del túnel submarino de Seikan. El Hokkaido Shinkansen conecta Tokio con Hakodate, la ciudad principal del sur de la isla. El viaje es largo, pero puede ser una opción interesante si tienes el Japan Rail Pass y quieres disfrutar del paisaje.
Ferry: Japón es un archipiélago, por lo que los ferris son una parte importante de su red de transporte, sobre todo para llegar a islas más pequeñas o para moverse entre las principales si buscas una experiencia diferente y sin prisas. Existen rutas de larga distancia que conectan Tokio, Osaka y otras ciudades con puertos en Kyushu, Shikoku y Hokkaido. Para Okinawa, aunque hay ferris, el trayecto es muy largo y el avión suele ser la opción preferida.
Una de las preguntas más repetidas al planificar un viaje a Japón es: ¿cuándo es el mejor momento para ir? La respuesta corta es que la primavera y el otoño son, sin duda, las dos mejores épocas gracias a su clima templado y sus espectaculares paisajes. Sin embargo, Japón es un país con cuatro estaciones muy marcadas y cada una tiene su propio encanto y particularidades que pueden hacer que tu viaje sea único.
La primavera es, para muchos, la temporada soñada para visitar Japón, y no es para menos. El clima es agradable, con temperaturas suaves que invitan a pasear y explorar. El gran protagonista de esta época es el sakura, el florecimiento de los cerezos, que tiñe el país de tonos rosas y blancos. Los japoneses celebran este espectáculo de la naturaleza con el hanami, haciendo picnics en los parques bajo los árboles en flor.
Lo mejor: El clima ideal y la belleza de los cerezos en flor.
A tener en cuenta: Es la temporada más popular, lo que se traduce en más multitudes y precios más altos en vuelos y alojamientos. Además, a finales de abril y principios de mayo tiene lugar la Golden Week, una semana de festivos nacionales en la que el turismo interno se dispara, por lo que es mejor evitarla si es posible.
El otoño es la otra gran temporada para viajar a Japón, nuestra favorita junto con la primavera. Las temperaturas vuelven a ser muy agradables, similares a las de primavera, y el paisaje se transforma con el momiji o koyo, el cambio de color de las hojas de los árboles, especialmente las del arce japonés. Parques y templos se visten de tonos rojos, naranjas y dorados, creando postales espectaculares.
Lo mejor: El clima templado y los paisajes otoñales. Hay festivales preciosos como el del Monte Takao.
A tener en cuenta: Sigue siendo temporada alta, por lo que encontrarás bastantes turistas. Septiembre es todavía época de tifones, por lo que existe un pequeño riesgo de que alguno afecte a tus planes.

El verano en Japón es, en general, caluroso y muy húmedo, sobre todo en el centro y sur del país. Junio y principios de julio coinciden con el tsuyu, la temporada de lluvias. Sin embargo, si no te importa el calor, el verano tiene un gran atractivo: es la época de los matsuri (festivales) y los hanabi (fuegos artificiales). Las ciudades se llenan de vida, color y celebraciones, como el famoso Gion Matsuri en Kioto. Además, julio y agosto es la temporada oficial para subir al Monte Fuji.
Lo mejor: El ambiente festivo, los espectaculares fuegos artificiales y la posibilidad de subir al Monte Fuji.
A tener en cuenta: El calor y la humedad pueden llegar a ser agobiantes. Es la temporada de tifones, especialmente en agosto y septiembre.
El invierno es la temporada más fría y la menos popular entre los turistas internacionales, lo que tiene grandes ventajas: menos gente y precios más bajos. En el norte y en las zonas de montaña, como en los Alpes Japoneses o en la isla de Hokkaido, encontrarás paisajes nevados de postal, ideales para los amantes del esquí y los deportes de invierno. De hecho, el Festival de la Nieve de Sapporo es uno de los eventos más famosos del país. En ciudades como Tokio, aunque hace frío, los días suelen ser soleados y secos.
Lo mejor: Precios más económicos, menos turistas y la belleza de los paisajes nevados y las iluminaciones navideñas.
A tener en cuenta: Las bajas temperaturas, especialmente por la noche, y que los días son más cortos. El periodo de Año Nuevo es una de las festividades más importantes para los japoneses, por lo que el transporte y los alojamientos pueden llenarse.
Una de las grandes preguntas a la hora de planificar un viaje a Japón es el presupuesto. Aunque tiene fama de ser un destino caro, te aseguramos que es posible viajar por Japón con un presupuesto ajustado si se planifica bien. Aquí te desglosamos los principales gastos para que te hagas una idea, basándonos en nuestra experiencia y en los precios actuales.
El vuelo será una de las partes más importantes de tu presupuesto. Buscando con antelación y teniendo algo de flexibilidad con las fechas, es posible encontrar vuelos de ida y vuelta desde España por entre 500 € y 800 € por persona. Los precios pueden variar mucho dependiendo de la temporada y la aerolínea, pero con paciencia se encuentran buenas ofertas.
El alojamiento en Japón ofrece opciones para todos los bolsillos. Si buscas algo económico, puedes encontrar camas en hostales o habitaciones sencillas en business hotels a partir de unos 20-30 € por persona y noche. En nuestro viaje de un mes, optamos por una mezcla de alojamientos con buena relación calidad-precio y el gasto medio fue de unos 25€ por persona/noche, reservando todo a través de Booking.com.
¡Comer en Japón es una maravilla y no tiene por qué ser caro! Una de las mejores formas de ahorrar es aprovechar los supermercados y las tiendas de conveniencia (konbini) como 7-Eleven o FamilyMart. Puedes comer un bento (caja de comida preparada), onigiris o sushi por tan solo 4 a 6 euros. Si prefieres sentarte en un restaurante, hay muchísimas opciones económicas. Comer un buen plato de ramen, un curry o un donburi te costará entre 7 y 15 euros por persona. A partir de ahí, el cielo es el límite, con restaurantes de alta cocina donde puedes gastar todo lo que quieras.

El transporte es otro de los grandes gastos a tener en cuenta. Moverse entre ciudades con el tren bala puede ser caro. Por eso, es fundamental analizar si te compensa comprar un Japan Rail Pass (JRP). Un pase de 7 días cuesta 50.000 yenes (unos 320 €) y el de 14 días 80.000 yenes (unos 510 €). Dentro de las ciudades, lo más práctico es usar las tarjetas monedero como la Suica o la Pasmo para pagar el metro y los autobuses.
Tener internet en Japón es casi imprescindible para moverte con soltura y consultar información. Aunque hay varias opciones, las tarjetas SIM físicas no suelen ser baratas y a menudo tienen datos limitados.
Si, como nosotros, necesitas internet ilimitado para trabajar y usar redes sociales sin preocupaciones, la opción más rentable y cómoda es una eSIM de Holafly. Se instala fácilmente escaneando un QR, te da datos ilimitados desde que aterrizas y te permite mantener tu número de WhatsApp. Para nosotros es la mejor solución, y si la compras a través de nuestro enlace, tienes un 5% de descuento.
Una parte del presupuesto diario se irá en las entradas a los lugares turísticos. Aunque muchos santuarios sintoístas son gratuitos, como el famoso Fushimi Inari-taisha en Kioto, la mayoría de los templos, castillos y jardines tienen un coste de acceso.
No son precios desorbitados, pero es un goteo constante que hay que tener en cuenta. Por lo general, las entradas suelen costar entre 400 y 1.000 yenes (aproximadamente de 3 a 7 euros) por persona. Si sois de visitar muchos sitios, os recomendamos calcular una media de 10-20 € por persona al día para no llevaros sorpresas.
¡Volver de Japón con la maleta vacía es misión imposible! El país es un paraíso para las compras, con una variedad increíble de cosas únicas que querrás llevarte a casa.
Entre los souvenirs más típicos están los amuletos omamori de los templos, el maneki-neko (el gatito de la suerte), la artesanía como la cerámica o los abanicos, y por supuesto, los palillos. Si buscas algo más moderno, la electrónica, los productos de belleza y la ropa de marcas como Uniqlo son una apuesta segura. Y no podemos olvidarnos de la comida: los KitKats de sabores rarísimos, el té matcha o los dulces mochi son un regalo perfecto.
Para comprar, no os podéis perder las tiendas de todo a 100 yenes como Daiso, perfectas para cargar con pequeños detalles sin gastar mucho. Otra visita obligada es Don Quijote (“Donki”), una mega tienda caótica y divertidísima donde encontraréis literalmente de todo. Si sois fans del manga y el anime, barrios como Akihabara en Tokio son vuestro paraíso.
Para los viajeros con pasaporte español, una de las mejores noticias es que no se necesita visado para estancias de turismo de hasta 90 días, por lo que el coste en este aspecto es cero. El único requisito es tener el pasaporte en vigor durante todo el viaje y rellenar online el formulario de inmigración y aduanas a través de la web Visit Japan Web antes de volar. Esto agiliza mucho los trámites a la llegada al aeropuerto, así que es un trámite menos del que preocuparse y un gasto que te ahorras.
Aquí te dejamos las respuestas a algunas de las dudas más habituales que surgen al planificar un viaje a Japón por libre.
Rotundamente sí. Japón es uno de los países más seguros del mundo. El índice de criminalidad es bajísimo y es muy común ver a gente dejar sus pertenencias (como el móvil o el portátil) en la mesa de una cafetería para reservar el sitio sin que pase absolutamente nada. Puedes pasear con total tranquilidad por cualquier ciudad a cualquier hora del día o de la noche.
No es imprescindible, pero aprender algunas palabras básicas siempre ayuda y los japoneses lo agradecen enormemente. En las grandes ciudades y en los lugares turísticos, la mayoría de las señales (estaciones de tren, metro, etc.) están también en inglés. En los hoteles y en muchas tiendas y restaurantes turísticos también encontrarás personal que hable inglés. Para el resto, te recomendamos llevar una aplicación de traducción en el móvil; con eso y un poco de lenguaje de signos, te apañarás sin problemas.
Aunque el pago con tarjeta está cada vez más extendido, especialmente en hoteles, grandes almacenes y cadenas de restaurantes, Japón sigue siendo una sociedad donde se usa mucho el efectivo (yen). Lo necesitarás para pagar en muchos templos, puestos de comida callejera, mercados y restaurantes pequeños o locales. Nuestra recomendación es llevar siempre una cantidad de yenes encima para estos gastos. Puedes cambiar dinero en el aeropuerto al llegar o sacar de los cajeros de las tiendas 7-Eleven, que funcionan con la mayoría de tarjetas extranjeras.
Sí, necesitarás un adaptador. En Japón utilizan enchufes de tipo A, los de dos clavijas planas, y el voltaje es de 100V. La mayoría de los aparatos electrónicos modernos (móviles, ordenadores, cámaras) son compatibles con este voltaje, pero asegúrate de comprobarlo en la etiqueta de tu cargador.
Prepárate para alucinar. Los baños en Japón son famosos por su tecnología y su limpieza. Es muy común encontrar washlets, unos inodoros con tabla calefactada y un montón de botones con funciones como chorros de agua a distinta temperatura y presión, o incluso música para darte más privacidad. Además, los baños públicos son increíblemente limpios y fáciles de encontrar.

Y hasta aquí nuestra guía para viajar a Japón por libre. Esperamos que toda esta información y nuestros consejos te sirvan para organizar el viaje de tus sueños a este país tan increíble que a nosotros nos robó el corazón. Sabemos que planificar una aventura así genera muchísimas dudas, así que si después de leer todo esto todavía te queda alguna pregunta o simplemente quieres compartir tu propia experiencia o algún consejo, no dudes en dejarnos un comentario aquí abajo. ¡Estaremos encantados de leerte y ayudarte en todo lo que podamos!.
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