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Si estás pensando en hacer una escapada desde Marrakech, las Cascadas de Ouzoud son una de esas paradas que merecen la pena. Yo las visité durante mi viaje por Marruecos y la verdad es que me sorprendieron muchísimo. No solo por su altura o por lo bonito del entorno, sino por lo completo que resulta el plan: puedes caminar entre olivos, ver monos en libertad, darte un baño (si te animas) y comer con vistas a una cascada enorme. En este post te cuento todo lo necesario para organizar tu visita a las Cascadas de Ouzoud.
Las Cascadas de Ouzoud son las más altas y probablemente las más conocidas de Marruecos. Tienen una caída de agua de unos 110 metros repartidos en varios saltos, y están rodeadas de un paisaje que mezcla vegetación, formaciones rocosas rojizas y los típicos olivos de la zona (de hecho, el nombre “Ouzoud” viene del bereber y significa “oliva”, lo que no es casualidad).
Las cascadas de Ouzoud son un lugar bastante visitado tanto por locales como por turistas extranjeros. Si vas en temporada alta, es fácil encontrarte con puestos locales, barquitas que se acercan a la base de la cascada y hasta grupos de monos (bastante acostumbrados a la gente, por cierto). Aunque es un lugar turístico, sigue teniendo ese punto auténtico de Marruecos rural.
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Estas cascadas se encuentran en la región de Azilal, en el corazón del Alto Atlas. Están a unos 150 kilómetros al noreste de Marrakech, lo que las convierte en una excursión muy popular de un día si estás alojado en la ciudad. Pertenecen a un entorno natural protegido y se sitúan a unos 1.000 metros de altitud, así que la temperatura aquí suele ser algo más fresca, sobre todo si vienes del calor intenso de Marrakech.
También es curioso que el agua que alimenta las cascadas proviene del río Ouzoud, un afluente del río El-Abid, y que justo debajo del salto principal se forman unas pozas naturales donde mucha gente se da un chapuzón cuando hace calor. La vista desde arriba es espectacular, pero lo bonito también está en bajar hasta la parte baja del valle para verlas desde abajo.
Una de las cosas que más me gustó de organizar mi viaje a Marrakech en 4 días fue lo fácil que es hacer escapadas desde la ciudad. Una de las escapadas más populares es sin duda la de las Cascadas de Ouzoud, que están a unas 2 horas y media en coche. Es una excursión muy típica y cómoda, incluso si no tienes coche propio.
Para que te hagas una idea, las Cascadas de Ouzoud están a unos 150 km al noreste de Marrakech, en la región de Azilal. El trayecto pasa por pueblos pequeños, zonas de campo y algunos tramos de montaña con vistas muy chulas, así que el viaje en sí también tiene su encanto.
Tienes varias formas de llegar:
Es la opción que da más libertad, sobre todo si te gusta parar por el camino o ir a tu ritmo. Las carreteras están en buen estado casi todo el trayecto y se llega sin problema con Google Maps. Hay aparcamiento cerca del inicio del sendero.
Si prefieres olvidarte de conducir, puedes contratar una excursión de un día a las Cascadas de Ouzoud. Hay muchísimas opciones, desde tours privados hasta excursiones compartidas bastante asequibles. Suelen incluir el transporte ida y vuelta, tiempo libre en las cascadas y, en algunos casos, guía local.
También es posible llegar en transporte público, pero es bastante más lento. Tendrías que coger un autobús hasta Azilal y desde ahí buscar un taxi compartido hasta las cascadas. No lo recomiendo si vas solo un día, porque se pierde bastante tiempo y la conexión no siempre es clara.
Si estás organizando un viaje por libre como hice yo, te recomiendo cuadrar esta visita dentro de tu ruta desde Marrakech o incluso como parada intermedia si estás yendo hacia el sur. Sea como sea, las Cascadas de Ouzoud son una escapada perfecta para desconectar del caos de la ciudad y ver otro lado de Marruecos.
Si no quieres complicarte demasiado, hacer una excursión organizada a las Cascadas de Ouzoud desde Marrakech es una opción súper cómoda. Nosotros la contratamos con Civitatis y la experiencia fue muy completa. Nos recogieron en una furgoneta en la misma ciudad y, tras unas dos horas y media de carretera, llegamos al punto de inicio de la visita.
Lo primero que hicimos fue ver las Cascadas de Ouzoud desde arriba, donde hay varios miradores con vistas impresionantes al salto de agua principal. Desde ahí ya se escucha el ruido del agua cayendo y se empieza a ver la dimensión real de las cascadas, que es bastante más grande de lo que parece en fotos.
Después bajamos caminando por un sendero hasta llegar a la parte inferior. El recorrido es fácil, aunque tiene cuestas y escalones, así que conviene llevar buen calzado. Ya abajo, nos subieron en una de las barquitas típicas de la zona para acercarnos al pie de las cascadas, algo que, aunque es bastante turístico turístico, merece la pena porque te da una perspectiva diferente y te mojas lo justo para refrescarte.
La comida la hicimos allí mismo, en un restaurante local junto al río. No está incluida en el precio de la excursión, pero los menús eran asequibles y se agradece poder sentarse un rato con esas vistas. Si te apetece, también puedes bañarte en las pozas, aunque el agua suele estar bastante marrón por el fondo de barro. Aun así, hay gente que se anima, sobre todo si hace calor.
En general, es una excursión sencilla, muy bien organizada y perfecta si tienes pocos días en Marrakech y quieres salir un poco del ambiente de la ciudad para ver algo más de naturaleza.
Después de haber estado allí, te dejo algunos consejos que creo que pueden ayudarte a disfrutar más de la visita a las Cascadas de Ouzoud y evitar sorpresas:
Parece obvio, pero mucha gente subestima el camino. Para bajar hasta la base de las cascadas hay escaleras y senderos con bastante desnivel, así que mejor ir con deportivas o sandalias cerradas. Nada de chanclas de playa si quieres ir cómodo.
Aunque hay sitios donde comprar agua durante el recorrido, siempre es mejor llevar una botella desde el inicio. Si vas en meses de calor, el sol pega bastante, así que crema solar y gorra vienen bien.
Es posible bañarse en las pozas naturales que se forman al pie de las cascadas. El agua no está cristalina, de hecho suele ser marrón por el barro del fondo, pero hay quien se anima igual, sobre todo si hace calor. Lleva bañador por si acaso, aunque sea solo para mojarte los pies.
Uno de los atractivos de las Cascadas de Ouzoud es que puedes ver monos en libertad. Son simpáticos, pero también un poco pillos. No lleves comida a la vista y mejor no intentes tocarlos ni darles nada, que pueden ponerse pesados.
Aunque es una excursión popular, a primera hora el sitio está mucho más tranquilo. Si vas por libre, intenta llegar temprano para recorrer la zona sin tanta gente. Si vas con excursión organizada, lo normal es salir de Marrakech sobre las 8:00 y llegar hacia las 11:00.
Aunque algunos sitios aceptan pago con tarjeta, la mayoría de los restaurantes y vendedores locales solo aceptan dirhams en efectivo. Para compras pequeñas o propinas, viene bien tener algo suelto.
Planificia tu viaje y no te dejes nada. Recuerda que comprando a través de estos enlaces me ayudas a seguir creando contenido sin coste adicional. 🫶🏼☺️
Si estás planeando tu viaje a Marruecos, no te pierdas esta maravilla natural. Reserva tu excursión o planifica tu visita por libre y vive una aventura rodeado de naturaleza. ¡Las Cascadas de Ouzoud te esperan para sorprenderte!
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