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Marrakech es probablemente la ciudad más famosa de Marruecos y un lugar que no deja indiferente a nadie. El centro neurálgico es la Plaza Jemaa el-Fna, un hervidero de actividad con puestos de comida y vendedores de todo tipo. Muy cerca están los zocos, donde perderse entre especias, lámparas y artesanía es parte de la experiencia.
Son muchas las cosas que ver en Marrakech, pero si es tu primera vez en la ciudad, te recomiendo visitar el Palacio de la Bahía, los Jardines de Majorelle y la Madraza de Ben Youssef. También vale la pena escaparse a la zona de la Menara para ver un atardecer más tranquilo.
Si tienes varios días para explorar la ciudad, te recomiendo echar un ojo a mi post: Marrakech en 4 días: el itinerario perfecto
El desierto de Merzouga es la imagen que muchos tenemos en la cabeza cuando pensamos en Marruecos: dunas de arena dorada que se extienden hasta el horizonte. Para llegar hasta aquí desde Marrakech, hay que hacer un viaje largo (unas 9 horas en coche), pero merece mucho la pena. Puedes hacerlo en tu propio coche, o contratar uno de los paquetes organizados que salen desde Marrakech: Excursión de 3 días al desierto de Merzouga
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La experiencia de dormir en una haima en medio del desierto es inolvidable. Normalmente, se llega en camello (una opción que os recomiendo que no escojáis para no fomentar el turismo animal) o en 4×4, y una vez allí, puedes disfrutar del silencio absoluto, de un cielo estrellado impresionante y de la sensación de estar en medio de la nada.
Si puedes, quédate al menos una noche para ver el amanecer sobre las dunas, sin duda la mejor experiencia que ver en Marruecos. También es interesante visitar los pequeños pueblos bereberes de la zona y aprender un poco sobre su forma de vida.
Chefchaouen se encuentra en el norte de Marruecos, en la región del Rif, rodeado de montañas y con un ambiente mucho más tranquilo que otras ciudades del país. Ha ganado mucha popularidad en redes sociales por sus calles pintadas de azul, una tradición que, según algunas teorías, comenzó con los judíos sefardíes que llegaron aquí en el siglo XV y que se ha mantenido hasta hoy.
La forma más fácil de llegar a Chefchaouen es desde Tánger, que está a unas 2 horas en coche. También se puede ir desde Fez, aunque el trayecto es más largo, unas 4 horas. Si no tienes coche, hay autobuses que conectan estas ciudades con Chefchaouen, aunque la opción más cómoda es contratar un traslado privado.
Las mejores cosas que ver en Chefchaouen incluyen perderse por la medina, subir hasta la Mezquita Española para ver el atardecer y probar un té en alguna de las terrazas con vistas. También puedes visitar las cascadas de Akchour, que están a unos 30 minutos en coche y son una escapada perfecta si buscas naturaleza.
Si buscas una ciudad costera con un ambiente tranquilo, Essaouira es probablemente la mejor que ver en Marruecos. Es conocida por su medina amurallada, su puerto pesquero y su playa, donde siempre sopla el viento, lo que la convierte en un destino ideal para el kitesurf.
La medina de Essaouira es mucho más calmada que la de Marrakech, y aquí puedes pasear sin el agobio de los vendedores. No te pierdas el puerto al atardecer, cuando los barcos regresan con la pesca del día, y prueba un buen plato de pescado fresco en alguno de los restaurantes locales.
Si te gusta la artesanía, Essaouira es un buen lugar para comprar productos de madera de tuya y objetos decorativos sin la presión de los zocos de Marrakech.
Si te preguntas qué ver en Marruecos y buscas una ciudad con historia y tradición, Fez es una parada imprescindible. Considerada la capital cultural del país, es una de las ciudades más auténticas y mejor conservadas, con una medina que parece detenida en el tiempo.
La medina de Fez el-Bali es la más grande del mundo y, también, un auténtico laberinto. Sus calles estrechas están repletas de tiendas, talleres artesanales y mercados donde se venden especias, tejidos y productos de cuero. Una de las experiencias más interesantes aquí es visitar las curtidurías de Chouara, donde se sigue procesando el cuero de manera tradicional. Desde las terrazas de los edificios cercanos se pueden ver las grandes cubetas de colores donde se tiñen las pieles.
Para entender mejor la historia de la ciudad y orientarse entre sus calles, una de las mejores formas de recorrer Fez es con un free tour. Además de las curtidurías, otros lugares imprescindibles son la Madraza Al Attarine, el Palacio Real con sus impresionantes puertas doradas y la Plaza Seffarine, donde los artesanos del cobre trabajan a la vista de los visitantes.
A diferencia de Marrakech, Fez no está tan orientada al turismo y conserva un carácter más auténtico. Perderse en su medina es toda una experiencia, y si buscas una ciudad con historia, cultura y un ambiente único, este es el lugar perfecto.
Si quieres ver una de las maravillas naturales de Marruecos, las Cascadas de Ouzoud son una visita obligada. Están a unas 2-3 horas de Marrakech y son las cascadas más altas del país, con más de 100 metros de altura.
Puedes hacer una caminata para verlas desde diferentes ángulos, y en la parte baja hay barcas que te llevan justo debajo del agua. En la zona también hay monos salvajes que están bastante acostumbrados a la gente, así que no te sorprendas si intentan acercarse.
Normalmente se visitan con una excursión de un día a Ouzoud desde Marrakech, pero si quieres disfrutar de otra de las mejores cosas que ver en Marruecos con más calma, hay alojamientos rurales donde pasar la noche.
Si buscas una cara diferente de Marruecos, la ciudad de Agadir es una excelente opción. Es una ciudad moderna, con un gran paseo marítimo, hoteles frente al mar y un ambiente relajado. Aunque no tiene el encanto tradicional de Marrakech o Fez, es el lugar ideal para descansar después de recorrer el país.
De entre los distintos lugares que ver en Marruecos, Agadir destaca por su amplia playa y su clima perfecto durante todo el año. Es un destino genial para quienes buscan sol, relax y deportes acuáticos. A solo 20 kilómetros se encuentra Taghazout, un pequeño pueblo pesquero que se ha convertido en uno de los mejores destinos de surf de todo Marruecos. Aquí, tanto principiantes como surfistas experimentados encuentran olas perfectas en playas como Anchor Point o Panorama Beach.
En la ciudad, merece la pena subir a las ruinas de la Kasbah de Agadir, desde donde hay unas vistas espectaculares de la costa. También se puede visitar el Souk El Had, un mercado con cientos de puestos donde encontrar desde especias hasta artesanía.
Tánger es una de las ciudades más fascinantes que ver en Marruecos, especialmente porque ha sido un punto de encuentro de culturas durante siglos. Su ubicación en el estrecho de Gibraltar la convierte en la puerta de entrada para muchos viajeros que llegan desde España, y su mezcla de influencias europeas y árabes le da un carácter único.
Si te preguntas qué ver en Tánger, la medina es el mejor punto de partida. Aquí encontrarás calles estrechas llenas de tiendas, cafés tradicionales y terrazas con vistas al puerto. Un imprescindible es la Kasbah, desde donde se tienen algunas de las mejores panorámicas de la ciudad. También vale la pena visitar la Cueva de Hércules, un lugar envuelto en leyendas, y el Cabo Espartel, donde el Atlántico y el Mediterráneo se encuentran.
Tánger es un destino perfecto para empezar un itinerario por el norte del país o para hacer una escapada desde España. Tiene un ritmo diferente al de otras ciudades marroquíes, pero precisamente eso es lo que la hace especial.
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Si después de ver esta lista con las mejores cosas que ver en Chefchaouen te ha picado la curiosidad, no lo dudes más y planea tu próxima escapada. ¡Te aseguro que este encantador pueblo del Rif será una experiencia inolvidable!
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