Top

10 Curiosidades de Machu Picchu que no sabías

Machu Picchu es mucho más que una postal impresionante: es un sitio lleno de historia y enigmas que siguen desconcertando a los expertos. A pesar de los estudios, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre su construcción, su función y los secretos que esconde bajo la selva andina. En esta lista te cuento 10 curiosidades de Machu Picchu (alguna más leyenda que curiosidad) que te ayudarán a conocer mejor esta increíble ciudadela inca.

Curiosidades de Machu Picchu

1. El nombre de Machu Picchu

Aunque hoy lo conocemos con este nombre, los incas probablemente lo llamaban de otra manera. “Machu Picchu” proviene del quechua y significa “Montaña Vieja”, en referencia a la elevación sobre la que se construyó la ciudadela. Sin embargo, no hay registros de cómo lo llamaban sus habitantes originales, ya que los incas no dejaron textos escritos. Algunos estudios sugieren que su nombre real podría haber sido Patallaqta, que significa “ciudad en la cima”, pero esto sigue siendo un debate entre los historiadores.

2. El "descubrimiento" de Machu Picchu

Se dice que Machu Picchu fue descubierto en 1911 por el explorador Hiram Bingham, pero en realidad nunca estuvo perdida. Las comunidades locales conocían su existencia y, de hecho, cuando Bingham llegó, encontró a familias viviendo en la zona. Lo que sí hizo fue darla a conocer al mundo, ya que hasta ese momento no aparecía en mapas ni era estudiada por arqueólogos.

¿No tienes tiempo para leerlo ahora?

Guárdalo en Pinterest para leerlo más tarde

Guardar en Pinterest

Portada Vlog Curiosidades de Machu Picchu

El explorador estadounidense llegó a la ciudadela guiado por un agricultor de la zona y con la ayuda de un niño que lo llevó hasta las ruinas cubiertas por la vegetación. Fascinado por lo que veía, empezó una investigación que puso a Machu Picchu en el centro de la atención mundial. Desde entonces, se han realizado numerosos estudios, pero todavía hay muchos enigmas por resolver. En esta lista de curiosidades de Machu Picchu, esta es una de las más llamativas: la ciudadela nunca estuvo realmente perdida, solo era desconocida para el resto del mundo.

Vistas de Machu Picchu

3. Gran parte de Machu Picchu está bajo tierra

Lo que vemos al recorrer Machu Picchu es solo una parte de su verdadera estructura. Se estima que alrededor del 60% de la ciudadela está bajo el suelo, formada por cimientos, drenajes y canales de agua diseñados para sostener las construcciones y evitar deslizamientos.

Los incas tenían un conocimiento avanzado de la ingeniería y adaptaron la ciudadela a la geografía de los Andes. Construyeron un complejo sistema de drenaje que permite que el agua de lluvia se filtre de manera eficiente, evitando inundaciones y erosión. Gracias a esta planificación, Machu Picchu ha resistido siglos de lluvias, terremotos y el paso del tiempo sin colapsar.

4. Una ciudad diseñada para resistir terremotos

Además de su impresionante base subterránea, Machu Picchu fue construida con un sistema antisísmico que la ha mantenido en pie durante siglos. Los incas conocían bien la actividad sísmica de la región y diseñaron sus edificaciones de forma que pudieran resistir los temblores sin derrumbarse.

Las piedras de los muros fueron talladas con tanta precisión que encajan perfectamente entre sí sin necesidad de mortero. Esta técnica, conocida como sillar, permite que las estructuras absorban las vibraciones de un terremoto y se reacomoden sin colapsar. En lugar de agrietarse o derrumbarse, los bloques se mueven levemente y luego vuelven a su posición original.

Este nivel de ingeniería es una de las curiosidades de Machu Picchu que más sorprende a los expertos. Mientras que en muchas ciudades modernas los terremotos han destruido edificios enteros, esta antigua ciudadela inca sigue intacta gracias a un sistema que, incluso hoy, sería difícil de replicar.

Piedras anti-terremoto, otra curiosidad de Machu Picchu

5. No era la ciudad más importante del Imperio Inca

Aunque hoy es el sitio arqueológico inca más famoso, en su época no era el centro del imperio ni la ciudad más grande. Ese papel lo tenía Cusco, la capital administrativa y religiosa. Otras ciudades como Choquequirao o Vilcabamba también tuvieron un papel clave y, en algunos casos, eran incluso más extensas.

Lo que hace especial a Machu Picchu no es su tamaño ni su relevancia histórica, sino su ubicación estratégica y el nivel de planificación con el que fue construida. No era un asentamiento cualquiera, sino un lugar con un propósito muy concreto, aunque aún no se sabe con certeza cuál era.

6. Llegar a Machu Picchu nunca ha sido fácil

Hoy en día, para llegar a Machu Picchu hay que tomar un tren, caminar por senderos o incluso hacer una larga ruta que mezcla trayectos en bus y trayectos a pie. Pero en tiempos incas, el acceso era aún más complicado. No existían carreteras ni trenes, y la única forma de llegar era a través de la red de caminos incas, una extensa red de senderos que conectaba el Imperio.

El Camino Inca, que hoy recorren miles de senderistas cada año, era una de las rutas principales de acceso. Sin embargo, solo un grupo reducido de personas podía entrar a la ciudadela, ya que se cree que era un lugar reservado para la élite. A diferencia de ahora, donde se puede llegar en pocas horas, en la época inca la caminata hasta Machu Picchu podía tomar días, atravesando montañas y valles a más de 2.000 metros de altura.

7. El misterio de su función original

A día de hoy, sigue sin estar claro para qué se construyó Machu Picchu. Una de las teorías más aceptadas es que fue una residencia real para el inca Pachacútec, el gobernante que expandió el imperio en el siglo XV. También se cree que pudo haber sido un centro ceremonial y religioso, ya que hay templos, altares y varias estructuras alineadas con fenómenos astronómicos.

Otra posibilidad es que funcionara como un punto estratégico para controlar rutas comerciales y como refugio en caso de conflictos. Su ubicación remota y su difícil acceso encajan con esta idea. Lo que sí está claro es que no era una ciudad cualquiera y que su construcción tuvo un propósito específico. Sin embargo, el motivo exacto sigue siendo una de las grandes incógnitas de Machu Picchu.

Ciudadela de Machu Picchu y sus curiosidades

8. El Templo del Sol y su precisión astronómica

El Templo del Sol es una de las estructuras más importantes de Machu Picchu y un claro ejemplo del conocimiento astronómico inca. Su diseño permite que, durante el solsticio de invierno, la luz del sol entre por una ventana y se proyecte perfectamente sobre una piedra sagrada en su interior. Este tipo de alineación no era casualidad, sino parte de un sistema de observación del cielo que los incas usaban para medir el tiempo y organizar sus ciclos agrícolas.

Otro detalle que demuestra esta precisión es una flecha tallada en la roca en lo alto del Huayna Picchu, la montaña más icónica del sitio. La flecha apunta exactamente al sur, y aunque su función exacta sigue siendo un misterio, se cree que pudo haber sido un marcador astronómico o un punto de referencia geográfico.

La precisión con la que los incas alineaban sus construcciones con los astros sigue siendo una de las curiosidades de Machu Picchu más sorprendentes.

9. Más de 200 estructuras en la ciudadela

Machu Picchu no es solo un sitio arqueológico, sino una ciudad entera con más de 200 construcciones entre templos, viviendas, plazas y terrazas agrícolas. Estaba dividida en zonas según su función: la parte urbana, donde estaban los edificios religiosos y residenciales, y la parte agrícola, donde se situaban las terrazas que cubren gran parte de la ladera.

Algunas de las estructuras más importantes son el Templo del Sol, el Templo de las Tres Ventanas y la Plaza Sagrada. También hay canales de agua, almacenes y viviendas que siguen siendo objeto de estudio para entender mejor cómo vivían los incas. La planificación y la forma en que todo encaja con el paisaje muestran el nivel de conocimiento arquitectónico que tenían.

Construcciones, una de las curiosidades de Machu Picchu

10. Las terrazas agrícolas no solo eran para sembrar

Las terrazas de Machu Picchu son una de las imágenes más características del sitio, pero su función iba más allá de la agricultura. Además de permitir el cultivo en una zona montañosa, ayudaban a evitar la erosión del terreno y actuaban como un sistema de drenaje natural para filtrar el agua de lluvia.

Gracias a este diseño, el agua se distribuía de forma controlada, evitando deslizamientos de tierra y protegiendo las estructuras de la ciudadela. Este sistema demuestra que los incas no solo dominaban la arquitectura, sino también la gestión del suelo y el agua en un entorno desafiante.

Las terrazas, otra de las curiosidades de Machu Picchu

Y hasta aquí las 10 mejores curiosidades de Machu Picchu. Y tú, ¿conoces alguna más? Déjamelo en los comentarios.

Comentarios (0)

¿Estás buscando más información para tu viaje? Echa un ojo a nuestras asesorías de viaje y organiza una llamada con nosotros.

Deja un comentario

tres + ocho =